Taxonomia Bonos Verdes

Los bonos verdes son una forma cada vez más popular de invertir en proyectos sostenibles, ya que ofrecen a los inversores la oportunidad de apoyar proyectos que contribuyen a un futuro más sostenible, mientras obtienen una rentabilidad financiera. Adicionalmente, ayudan a las empresas a financiar sus objetivos ambientales y a mejorar su reputación como líderes sostenibles.

¿Qué son los Bonos Verdes?

Son un tipo de deuda emitida por instituciones públicas o privadas para financiarse y, a diferencia de otros instrumentos de crédito, comprometen el uso de los fondos obtenidos con un proyecto medioambiental o relacionado con el cambio climático.

Su principal peculiaridad reside en su objetivo: deben destinarse a la financiación de proyectos que contribuyan a la consecución de los ODSs, como la energía renovable, la eficiencia energética y la conservación de la biodiversidad terrestre y acuática, prevención y control de la contaminación, infraestructura verde y desarrollo sostenible.

¿Quién puede emitir bonos verdes?

Cualquier entidad que tenga capacidad de emitir deuda, incluyendo gobiernos, empresas, corporaciones, organizaciones sin fines de lucro y otras instituciones. Su emisión está regulada y sujeta a ciertas normas y estándares.

¿Cómo funcionan los bonos verdes?

Los bonos verdes funcionan de la misma manera que cualquier otro bono. Una entidad los emite y los vende a inversores, recibiendo así fondos que se destinan a financiar proyectos sostenibles y ambientales. A cambio, los inversores reciben una tasa de interés y el compromiso de la entidad de reembolsar el capital prestado en una fecha determinada.

Aplicación de la Taxonomía en los Bonos Verdes

La Taxonomía verde europea se ha convertido una prioridad para que las empresas y los mercados una vez que ayuda a los inversores a identificar actividades económicas medioambientalmente sostenibles a través de un sistema de clasificación que establece criterios y estándares organizados en torno a seis objetivos medioambientales para marcar la transición a una economía que favorezca el desarrollo sostenible y la neutralidad climática.

Dentro de este complejo proceso, como última novedad, a finales de 2023, el Consejo de la UE aprobó el reglamento para que los bonos verdes europeos se ajusten a la taxonomía.

 

Hagamos de desvío rápido en este artículo, para tener en cuenta los:

4 Pasos claves para alinear la actividad empresarial con la Taxonomía Verde

Para facilitar la alineación empresarial con el catálogo europeo, ponemos en foco 4 principales pasos que indica la guía de usuario de la Unión Europea y su nueva herramienta, EU Taxonomy Navigator.

1. Comprueba si las actividades coinciden con las listadas en la taxonomía europea

En primer lugar, la elegibilidad: comprobar si alguna de las actividades económicas de su empresa coincide con las actividades que aparecen en la taxonomía. Por cada uno de los 6 objetivos de la taxonomía, se incluyen diferentes actividades económicas que podrían ser taxonómicas o elegibles. Son más de 80 actividades en diferentes sectores presentes en el Acto delegado climático, Para identificarlas mejor, apóyate en la EU Taxonomy Compass como herramienta con actividades listadas por sector y la EU Taxonomy Calculator, que aborda la elegibilidad de los compromisos no financieros de una forma más interactiva y rápida.

2. Identifica las actividades incluidas en la taxonomía europea

Una vez que hemos comprobado que efectivamente alguna de las actividades de nuestra empresa se incluye en alguno de los 6 objetivos de la taxonomía, será necesario ahora comprobar si efectivamente esta actividad cumple con este objetivo. Para ello, por cada una de estas actividades tenemos unos criterios de selección requeridos.

3. Evalúa si las actividades reúnen los criterios técnicos

El tercer paso reside en identificar las actividades económicas que reúnen los criterios técnicos de no daño significativo (DNSH). Consiste en asegurarnos de que esta actividad no solo contribuya al objetivo de la taxonomía, sino que no cause daño a los otros cinco objetivos.

4. Garantías sociales mínimas

Estas garantías mínimas, entre otras, siguen los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, y las Líneas directrices de la OCDE para empresas multinacionales o los principios de la OIT sobre el trabajo decente.

Reglamento de para las Finanzas Sostenibles a través de la Taxonomía

Volviendo a los bonos verdes… Como parte de la estrategia de la Comisión Europea para financiar la transición a una economía sostenible, la UE ha estado debatiendo durante algún tiempo la mejor manera de establecer un régimen regulador para los bonos verdes de la UE. El resultado fue la tan esperada publicación del Reglamento sobre bonos verdes de la UE (el Reglamento EuGB) en el Diario Oficial de la UE el 30 de noviembre de 2023 y que se aplicará a partir del 21 de diciembre de 2024.

Se trata del primer intento de regular el mercado de bonos verdes, que hasta ahora ha funcionado sobre la base de la adopción voluntaria de normas voluntarias como los Principios de Bonos Verdes de la ICMA, e introduce una nueva norma de referencia por la que los bonos etiquetados como «bonos verdes europeos» o «EuGB» tendrán que cumplir los requisitos establecidos en el Reglamento EuGB. Se espera que estos nuevos requisitos eviten el lavado verde, ya que exigirá que los ingresos de los EuGB se inviertan en actividades económicas que se ajusten a los requisitos de la taxonomía en virtud del Reglamento (UE) 2020/852.

Planes CapEx

El cumplimiento del Reglamento EuGB será obligatorio para cualquier bono designado como «bono verde europeo» o «BVEu». La denominación «bono verde europeo» solo puede utilizarse con respecto a los bonos de «utilización de los ingresos». Cuando los ingresos se utilicen para gastos de capital o de funcionamiento, el emisor de los bonos verdes debe publicar un plan de inversiones de conformidad con el Anexo I del Reglamento Delegado 2021/2178 de la Comisión. En el folleto debe incluirse un resumen del plan CapEx, que debe enumerar los proyectos más significativos llevados a cabo por el emisor. Además, el emisor deberá publicar un informe sobre los progresos realizados en la ejecución del plan en el informe anual de asignación y debe ir acompañada de una revisión previa a la emisión realizada por un revisor externo.

 

Renovar el sistema financiero alineándolo con la sostenibilidad es un reto clave de la agenda pública y privada para alcanzar un mercado más verde, resiliente y próspero, y la taxonomía es un aliado para tal fin. Los bonos verdes son una importante herramienta financiera para impulsar la sostenibilidad. Con una creciente demanda por parte de inversores y una mayor conciencia sobre la importancia de invertir en soluciones ambientales, es probable que veamos un aumento en la emisión de bonos verdes en un futuro cercano.

 

 

Prisicila Scheel  |  Decarbonization Head

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