![Demand-Side Flexibility Demand-Side Flexibility](https://magnuscmd.com/wp-content/uploads/2024/07/Demand-Side-Flexibility.jpg)
A medida que Europa impulsa el despliegue de energías renovables y electrifica cada vez más la economía, se prevé que la producción y la demanda de electricidad se dupliquen de aquí a 2050. Un gran número de generadores y consumidores adicionales se conectarán a la red eléctrica a nivel de distribución. Esto plantea retos a la infraestructura existente, que no se construyó para gestionar cargas tan crecientes.
De hecho, la normativa de la UE sobre diseño del mercado eléctrico, recientemente reformada, establece nuevas obligaciones para gobiernos, reguladores y operadores de sistemas con el objetivo de utilizar la capacidad de la red existente de forma más eficiente. Por ejemplo, obliga a las autoridades reguladoras nacionales a estimar periódicamente las necesidades de flexibilidad, así como a los gobiernos a desarrollar objetivos nacionales indicativos de flexibilidad no fósil. Además, exige a los operadores del sistema de transporte y distribución que publiquen mapas con las capacidades disponibles para conexiones nuevas, firmes y flexibles, y que permitan acuerdos de conexión flexible. Por otro lado, el plan de acción de la red europea encarga a la agencia reguladora de la energía de la UE, ACER, que recomiende las mejores prácticas para el fomento de las redes inteligentes y la eficiencia de la red mediante el diseño de tarifas.
¿Por qué flexibilidad de la demanda?
En el pasado, la estrategia de la Red Nacional para hacer frente al crecimiento de la demanda era reactiva. Se centraba, principalmente, en la gestión de la oferta de generación eléctrica, garantizando que hubiera suficiente electricidad para satisfacer la demanda y ajustando la producción en función de los niveles de consumo.
Sin embargo, con el auge de las energías renovables intermitentes y la creciente electrificación, la producción de electricidad se hizo menos flexible y la capacidad de la red se limitó. Por tanto, ampliar la red para que pudiera soportar cargas mayores llevaría mucho tiempo y dinero, lo que la hace inasequible.
El sistema energético actual requiere un planteamiento diferente. En lugar de tratar la demanda como un factor inmutable, la flexibilidad de la demanda incentiva a los usuarios a utilizar la energía de forma diferente, suavizando los picos y valles de la demanda.
Cuando se ejecuta con éxito, la flexibilidad de la demanda facilita un sistema energético más fiable, sostenible y eficiente. Al reducir la demanda cuando la capacidad de la red es escasa, se reduce la necesidad de ampliar la red, así como de nuevas líneas de transmisión o nuevas grandes centrales eléctricas. Estas flexibilidades tienen la capacidad de adaptar su generación y/o consumo con poca antelación y durante un periodo determinado, cuando lo solicitan los Operadores del Sistema en momentos de máxima demanda.
¿Dónde?
En 2014, Francia fue el primer país de Europa en abrir todas sus estructuras de mercado nacionales a los consumidores. Países como Italia, Bélgica, Reino Unido y Portugal también cuentan con diferentes mecanismos específicos para los servicios a la demanda que permiten aprovechar estos recursos de la demanda para ayudar a cubrir las necesidades de flexibilidad que pueda requerir el Operador del Sistema eléctrico. En España la primera subasta del SRAD se celebró en 2022.
¿Quién puede participar?
Originalmente, sólo los grandes consumidores podían beneficiarse de la participación en la flexibilidad del sistema porque su consumo de energía era mucho mayor, así como el alcance de sus recursos para proporcionar dicha flexibilidad. Sin embargo, los consumidores más pequeños e incluso los hogares pasaron a participar a medida que empezó a aparecer el papel de agregador independiente de la demanda (agentes del sector energético que combinaban y gestionaban la flexibilidad procedente de distintos activos).
¿Cómo participar?
La flexibilidad de la demanda la proporcionan los equipos controlables. El hecho de que su demanda no tenga que satisfacerse instantáneamente, se traduce en flexibilidad. Estos son los ejemplos más comunes:
- Desplazamiento de la carga: las tecnologías inteligentes pueden ayudar a los consumidores a interactuar más activamente con la red y reducir su consumo en un momento determinado para aliviarla o aumentar la producción para ayudar a mantener su equilibrio.
- Almacenamiento: en forma de baterías, bombeo hidráulico y sales fundidas son formas de mejorar el almacenamiento de energía a gran escala para hacer frente a las caídas del suministro o los picos de demanda. Como su carga es totalmente flexible, pueden funcionar en respuesta a los patrones de generación y cargarse si la generación supera la demanda y, por otro lado, descargarse si la generación no consigue satisfacer la demanda.
- Bombas de calor o equipos de refrigeración: también pueden ajustar su funcionamiento a señales externas. Los edificios o cajas bien aislados pueden mantener la temperatura durante varias horas, lo que significa que las bombas de calor y los equipos de refrigeración pueden desconectarse durante las horas punta y desplazar su carga a las horas valle.
- Vehículos eléctricos: con la tecnología de recarga inteligente, la carga puede ajustarse en función de factores externos, como señales de precios, para desplazar la demanda a periodos con precios más bajos. Esto también significa que los vehículos eléctricos pueden «cambiar» de lado y utilizarse como batería para suministrar energía a la red.
Requisitos de participación
Dependiendo del país y de las situaciones específicas en las que el Operador del Sistema determine que no hay recursos suficientes para mantener reservas adecuadas para el sistema, los criterios específicos pueden cambiar en términos de capacidad, rapidez de respuesta y periodo de participación. Pero para participar en los servicios de flexibilidad de la demanda, un consumidor debe:
- Ser capaz de reducir su capacidad, o desplazarla a otro momento del día, normalmente un mínimo de 1MW (por separado o en combinación con otros consumidores).
- Tener acceso a la medición en tiempo real.
- Poder responder a una solicitud de reducción de la demanda con un preaviso de al menos 15 minutos, o en algunos casos incluso menos.
- Poder reducir la demanda cuando se le avise, normalmente durante al menos media hora y durante un periodo máximo de 3 horas al día.
- No participar en ningún otro plan relacionado con la capacidad eléctrica.
Ventajas
La flexibilidad tiene varias ventajas:
- Ayuda a la red, participando activamente en su equilibrio.
- Ayuda a la transición energética, respaldando la intermitencia de las renovables.
- Crea beneficios adicionales al generar una nueva fuente de ingresos.
En términos económicos, los productos de flexibilidad suelen remunerarse en función del volumen de capacidad que cada consumidor puede entregar:
- Capacidad (MW): se retribuye al consumidor por una capacidad que se ha comprometido a poner a disposición en una franja horaria determinada, activable a petición del Operador del Sistema. En este caso, la remuneración se basa en una cantidad fija (en €/MW).
- Energía (MWh): el consumidor es retribuido tras la activación efectiva por parte del Operador del Sistema por una capacidad y duración fijas (en €/MWh).
La flexibilidad de la demanda está en el centro de la transición europea hacia la neutralidad climática. Utilizar la capacidad existente de la red de forma más eficiente es crucial para permitir la integración de grandes porcentajes de energía renovable variable y ahorrar dinero.
Se dispone de las herramientas necesarias para aumentar la flexibilidad, aunque en algunos casos no están suficientemente maduras e integradas. Por lo tanto, es importante considerar el desarrollo de la flexibilidad de la demanda como una de las prioridades de la política energética para contribuir al éxito de la transición energética.
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