La red eléctrica debe estar en equilibrio todo el tiempo, esto significa que, en cada instante, la producción debe ser igual al consumo. Esta es una premisa conocida y donde radica la complejidad del mercado eléctrico
Es bien conocido que la demanda de electricidad a lo largo del día y a lo largo del año no es plana: hay variaciones horarias y estacionales que exigen de un ajuste continúo de la oferta y la demanda. Para esto están los mercados competitivos de electricidad y los servicios de ajuste de los que dispone el operador del sistema (Red Eléctrica en España) para resolver las restricciones técnicas y las variaciones que puedan surgir en la oferta y en la demanda desde la subasta hasta el momento del consumo.
La Gestión de la Demanda, o la respuesta a la demanda es una herramienta para equilibrar esta cuadrícula. Su necesidad crece todo el tiempo debido al aumento de la energía renovable intermitente en la combinación de electricidad (como la eólica y solar), lo que hace que las redes eléctricas sean más inestables debido a las incertidumbres climáticas.
Una estrategia más para la eficiencia energética
Pero antes de hablarles sobre Gestión de la Demanda, vamos a abrir un breve paréntesis y comentar sobre eficiencia energética, donde dicho sistema tiene un gran vinculo.
La gestión de eficiencia energética, según la Ley 1715 de 2014, puede definirse como el conjunto de acciones o medidas, ya sean de carácter tecnológico o de cambios en los hábitos de consumo, enfocadas a reducir el consumo de energía por parte del consumidor: particular o empresa.
El objetivo de la eficiencia energética no es otro que optimizar al máximo la relación entre los servicios obtenidos y la cantidad de energía utilizada para generarlos.
Es un hecho aceptado por todos, tanto gobiernos, instituciones y empresas, que el ahorro energético es una meta básica para asegurar la sostenibilidad de los recursos naturales y ahorro económico tanto para las empresas como en el ámbito doméstico.
Para lograr un consumo energético óptimo y racional, podríamos decir que hay dos formas:
- Inversiones a nivel tecnológico.
- Cambios en los hábitos de consumo.
Dentro de las inversiones a nivel tecnológico, nos encontramos con la implantación y el desarrollo de aparatos y maquinaria caracterizados por funcionar mediante un uso menor de energía o de un tipo menos contaminante.
Por otro lado, los ámbitos de consumo atañen tanto a particulares como a profesionales y consisten, en la mayor parte de los casos, en poner en marcha buenas prácticas.
La respuesta a la demanda puede ser considerada una tarifa o un programa donde estratégicamente consiste en una gestión activa de la demanda.
Dicho de otro modo, el objetivo de la respuesta a la demanda es lograr que el consumidor final cambie sus hábitos de consumo eléctricos para adaptarlos a las fluctuaciones del precio de la electricidad según la franja horaria en lo que nos encontremos. De esta manera, se logran una serie de ventajas relacionadas con el ahorro y la racionalidad en el consumo.
La integración de los sistemas de respuesta a la demanda en hogares y empresas requiere el desarrollo e instalación de redes inteligentes y de tecnologías enfocadas a la adaptación de los operadores del sistema, donde aquí explicamos como los agregadores de demandan son reconocidos en el mercado.
¿Por qué es un tema tendencia?
Podemos enumerar algunas ventajas de este mercado estratégico como:
- Ahorro para el consumidor final, puesto que se evitan o reducen los precios altos de los períodos de pico.
- Mayor estabilidad del sistema eléctrico, ya que se reduce el riesgo de caídas de tensión en los periodos que históricamente tienen mayor consumo.
- Fomento de la participación de las energías renovables.
- Se minimiza la necesidad de disponer de generadores y centrales de reserva.
Sin embargo, la capacidad de respuesta a la demanda aumentó solo un 4% en 2018, según la Agencia Internacional de Energía. Aunque se ha avanzado en la implementación de medidores inteligentes, este entusiasmo no se ha extendido al desarrollo de los diseños de mercado y los modelos comerciales necesarios para aprovechar la flexibilidad potencial disponible.
A nivel de usuario final, la implementación de la flexibilidad del lado de la demanda es. Al igual que otras formas de flexibilidad tradicional, está en gran parte centralizada y restringida a grandes consumidores industriales o comerciales.
Según la AIE en su informe de mayo de 2019, alrededor de 40 gigavatios (GW) de respuesta a la demanda se utilizan hoy en día a través de esquemas tradicionales, como arreglos para interrumpir el servicio en momentos críticos, o tarifas drásticamente diferentes durante el día y la noche, que representan el 0.5% de la capacidad de generación de electricidad global.
La buena noticia, es que varias jurisdicciones en todo el mundo están intensificando los esfuerzos de respuesta a la demanda:
- Estados Unidos – Cuenta con subastas de capacidad competitivas donde participan generadores y clientes DR y ofertan garantías de capacidad a cambio de un incentivo económico, en este caso la obligación de atender a la reducción de demanda es obligatoria. Por otro lado, mediante la participación en programas voluntarios, a los usuarios finales se les notifica con un día de antelación y el día D, de los ajustes esperados de las horas pico. Los consumidores que optan por reducir su consumo pueden reducir los costos de capacidad de transmisión durante el año siguiente, además de disminuir el coste de la electricidad al reducir el consumo en las horas más caras.
- Reino Unido – Fue el primer país en Europa en abrir alguno de sus mercados eléctricos a la participación de la demanda. A día de hoy la DR está integrada en los mercados de ajuste y en los de capacidad.
- Francia – Tradicionalmente ha contado con un mecanismo de respuesta a la demanda en el que los grandes consumidores industriales participaban en los servicios de ajuste, posteriormente se incluyeron los consumidores más pequeños a través de los agregadores y recientemente se ha incluido la DR en el mercado al por mayor de electricidad.
- Alemania – La regulación alemana ha abierto el mercado eléctrico a la participación de la DR en los mercados de ajuste para las grandes empresas industriales de alto consumo energético con procesos de producción flexibles. Cuenta además con un servicio de cargas interrumpibles.
- España – El servicio de interrumpibilidad es una herramienta de gestión de la demanda que España ha adoptado para proporcionar una respuesta rápida y eficiente a las necesidades del sistema eléctrico de acuerdo con criterios técnicos (seguridad del sistema) y criterios económicos (reduciendo los costos del sistema). Este servicio se ha gestionado principalmente a través de la industria intensiva con las llamadas subastas de interrumpibilidad. Sistema caduco y en vías de su total desaparición.
La hoja de ruta
Seguimos trabajando para que la figura de Agregador de Demanda pueda ayudar al gestor a poder llevar a cabo su rol en el sistema. Sin embargo, seguimos enfrascados en el desarrollo de normativas y procedimientos para permitir que esto sea una realidad. Todo ello pasa por el desarrollo de un nuevo modelo de mercado.
El actual modelo de mercado ha sido pensado para que la gran generación centralizada abasteciera al consumo pasivo a través de una red de transporte y distribución unidireccional. El nuevo mercado debe permitir la generación y consumo a nivel de distribución. Para ello, se habla ya de dos niveles:
- Mercados Globales (europeos) como los que tenemos: en los que se permiten la negociación de la energía con agentes localizados en diferentes puntos de la red ibérica y europea de una manera transparente sin que se tenga en cuenta la localización del productor o consumidor, mientras que esté conectado de forma directa o indirecta a la red.
- Mercados zonales y de flexibilidad: Aquellos mercados en los que, debido a las condiciones específicas de la red de distribución a la que estén conectadas las instalaciones, los intercambios están restringidos o deben ser realizados por instalaciones situadas en una localización o localizaciones determinadas y en los que la negociación pueda estar promovida o restringida por parte del gestor de la red de distribución.
En la España, el proyecto IREMEL (Integración de Recursos Energéticos a través de MErcados Locales de electricidad) está llamado a dar una solución a estos Mercados zonales y de flexibilidad. A pesar de los grandes avances, todavía estamos lejos de un mercado capaz de dar respuestas ciertas a los interesados. ¿Qué retos se afrontan?
- Los posibles modelos de negocio para garantizar que tanto los clientes como los proveedores de servicios necesitan una señal de precio cierta.
- Para que los modelos de negocios capturen el potencial de respuesta a la demanda, deben comprometerse con una gran base de usuarios finales, acomodar una amplia gama de tecnologías y minimizar las barreras de participación. La madurez tecnológica es clave.
- La gran diversidad de aplicaciones y usos finales significa que las políticas también deben ser lo suficientemente diversas como para garantizar que los diseños del mercado sean adecuados, y los mercados deben ser lo suficientemente detallados para que puedan ver la capacidad de respuesta a la demanda satisfaciendo ciertas necesidades del sistema.
- Para fomentar nuevos modelos de negocio, se debe explorar el potencial de soportar la facturación, la asignación y la reconciliación con soluciones más sofisticadas, incluidas las tecnologías de contabilidad distribuida y blockchain.
- Los gobiernos y la industria deberían difundir activamente información sobre los beneficios de la respuesta a la demanda promoviendo una la investigación socioeconómica para comprender mejor las necesidades y el potencial de los diferentes tipos de consumidores, usos finales y actividades.
La Gestión de la Demanda se caracteriza por encarnar todos los aspectos de la energía del futuro: eficiencia, digitalización, desarrollo de la movilidad eléctrica e integración de energías renovables, así como también el nuevo papel de los clientes, ya no usuarios pasivos, sino protagonistas, conscientes y exigentes. Es una iniciativa para que los consumidores tomen decisiones más inteligentes sobre el consumo de energía, así como para que la red haga lo mismo.
Si te ha parecido interesante ¡compártelo!
Artículos Recientes