![La Reforma del Mercado de la Electricidad en Europa La Reforma del Mercado de la Electricidad en Europa](https://magnuscmd.com/wp-content/uploads/2023/03/La-Reforma-del-Mercado-de-la-Electricidad-en-Europa.jpg)
La construcción del mercado de la energía en la Unión Europea se planteó por primera vez en 1988, considerándose como pieza básica en la articulación de una política energética común, y persiguiendo como objetivo principal suministrar los productos energéticos al precio más bajo posible con las mismas condiciones de seguridad del suministro y calidad del servicio. En 1992 la Comisión Europea formalizó un marco regulador para la creación del mercado interior de la electricidad, estableciendo un calendario que incorporara progresivamente mecanismos de competencia en las actividades eléctricas. De forma paralela, se configuró el mercado del gas natural siguiendo el mismo esquema de introducción de competencia.
Más de 30 años trabajando en los tres pilares (sostenibilidad, competitividad y seguridad de suministro) de un mercado que en 2022 vimos “caer” de manera estrepitosa. Las normas de funcionamiento y seguridad no fueron suficientes para amortiguar el impacto y ahora toca reconstruir.
La crisis energética Europea empezó en la segunda mitad del 2021 con las primeras tensiones del mercado gasista y en 2022 podríamos decir que éstos “se rompieron”. Esta situación ha sido el embrión de las propuestas de cambio que ahora afrontamos.
Fuente: Elaboración propia.
En los siguientes gráficos podemos ver el terrible efecto que tuvo en los principales mercados mayoristas de gas y electricidad europeos. Dicho efecto actuó como las fichas del dominó y se llevaron por delante los pilares del mercado minorista y la seguridad del consumidor final (contratos, comercializadoras, industria, etc.).
Fuente: M·Tech – Magnus CMD y elaboración propia.
Fuente: M·Tech – Magnus CMD y elaboración propia.
La crisis energética ha puesto de relieve la necesidad de un sistema energético más integrado y resiliente en Europa. La reestructuración propuesta del mercado de la energía es un paso hacia el logro de este objetivo. Así pues, tras cerrar una consulta pública, la Comisión Europea presentó la semana pasada una propuesta de reestructuración del mercado de la energía para hacer frente a la actual crisis energética. La reestructuración propuesta incluye una serie de medidas para conseguir los siguientes objetivos generales:
- Acelerar el aumento de energías renovables.
- Eliminación progresiva del Gas Natural.
- Desacoplar el precio de las facturas de la volatilidad de los combustibles.
- Proteger a los consumidor.
Estos objetivos requerirán la revisión de los diferentes reglamentos y Directivas que determinan el actual funcionamiento del mercado (Reglamento sobre la electricidad, Directiva sobre la electricidad, Reglamento sobre la integridad y la transparencia del mercado mayorista de la energía – REMIT). En lo especifico, la propuesta de la Comisión Europea va encaminada a trabajar en las siguientes medidas y premisas:
- La reforma propuesta continúa el camino de integración basada en el mercado de los sistemas eléctricos europeos. Se mantiene el actual mecanismo marginalista del mercado eléctrico donde las tecnologías más caras siguen determinando el precio final.
- Aportar al sistema más soluciones limpias y flexibles (la respuesta de la demanda y el almacenamiento).
- Proteger y capacitar a los consumidores: Se pretende ofrecer a los consumidores una amplia gama de contratos y una información más clara. A través de:
- Dar acceso a fijar precios seguros a largo plazo y evitar así los riesgos excesivos y la volatilidad.
- Obligación a los Estados miembros a establecer proveedores de último recurso y se refuerza significativamente la protección de los consumidores vulnerables.
- En caso de crisis, se permite a los Estados miembros hacer extensivos los precios al por menor regulados a los hogares y las pymes.
- Se revisarán las normas sobre el intercambio de energías renovables. Los arrendatarios podrán compartir el excedente de energía solar de su tejado con un vecino.
- Mayor flexibilidad del sistema energético, los Estados miembros deberán establecer objetivos para aumentar la flexibilidad de las energías no fósiles y tener la posibilidad de introducir nuevos sistemas de apoyo, especialmente para la respuesta de la demanda y el almacenamiento.
- Permitir a los gestores de redes obtener una reducción de la demanda en horas punta (gestión de la demanda).
- Mejorar la previsibilidad y la estabilidad de los costes de la energía para impulsar la competitividad industrial. A través de:
- Facilitar el despliegue de contratos a largo plazo (PPA). Para hacer frente a los obstáculos actuales, como los riesgos de crédito de los compradores, la reforma obliga a los Estados miembros a garantizar, para los PPA, la disponibilidad de garantías basadas en el mercado.
- Con el fin de proporcionar a los productores de energía unos ingresos estables y proteger a la industria de la volatilidad de los precios, los gobiernos tendrían que usar contratos por diferencias (CFDs) bidireccionales si usan dinero público para respaldar las nuevas inversiones en energías renovables y para las nucleares.
- Impulsar la liquidez de los mercados para los «contratos a plazo».
La Comisión Europea se ha marcado como objetivo que la futura reforma del mercado eléctrico europeo entre en vigor antes del próximo invierno, para que los consumidores y el sistema en general puedan ya beneficiarse desde entonces de algunas de sus medidas en caso de que se repita un escenario de altos precios.
Conclusión: Si bien las medidas propuestas por la Comisión tienen un objetivo claro, su implementación puede no resultar tan fácil. Las propuestas de la CE deben ser debatidas y acordadas tanto por el Parlamento Europeo como por el Consejo de Ministros de la UE (en representación de los gobiernos nacionales) antes de que puedan ser vinculantes. Por lo general, sufren cambios en este proceso. Se abre un período de debate y negociación antes de que estas se transformen en realidades y mientras, el mercado pide desesperadamente un marco de seguridad jurídica que asegure las inversiones anuales que requiere el sistema eléctrico europeo.
En nuestra opinión, lo más conveniente sería acordar de manera ágil los elementos de protección al consumidor y reconsiderar o acotar esa mayor participación y autonomía de los Estados en los mercados eléctricos nacionales pues podrían derivar en una implementación interesada de las medidas presentadas y dificultar una señal fuerte de mercado energético europeo único.
Los CfD’s, los PPA, los mercados de capacidad, así como los mercados de gestión de la demanda suponen un cambio de paradigma para los inversores en tanto las señales del mercado europeo sobre el valor de la electricidad en lugares y momentos específicos perderían su relevancia para orientar las inversiones.
En la propuesta de la Comisión Europea parece darse relativa libertad a cada Estado miembro para diseñar estos instrumentos y en los próximos meses veremos como se va dando forma al paquete de normas a implementar. Mientras, la incertidumbre no ayuda y sigue limitando tanto al inversor como al consumidor.
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