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Mucho se ha hablado en los últimos días de las fechas de clausura de las centrales nucleares en España. A finales de año, el gobierno no preveía alargar la vida de éstas más allá de los 40 años (lo que supondría comenzar con el cierre escalonado a partir de 2021). Sin embargo, a finales de enero, gobierno y grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola y Naturgy) se reúnen para poner sobre la mesa el cierre escalonado de las centrales no antes de 2025 y con horizonte de clausura total de 2035 o 2036. Finalmente, el pasado martes 12, la ministra de energía Teresa Ribera confirmaba el cierre nuclear escalonado entre 2025 y 2035.
A continuación, intentaremos arrojar algo de luz sobre qué puede suponer esta medida y los planes planteados para llevarla a cabo.
Algunos datos
Para ponernos en situación, veremos algunos datos relevantes de la actual situación nuclear en España:
Año puesta en marcha
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Fuente: CSN (Consejo de Seguridad Nacional)
Como vemos, durante la próxima década se cumplirían los 40 años de funcionamiento para los reactores, periodo para el que fueron diseñados.
Potencia eléctrica
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Fuente: 5 días
La potencia nuclear en España suma 7.406 MW. En 2017, la potencia eléctrica instalada en España era de 104.122 MW y el pico de demanda fue de 41.381 MW el 18 de enero (datos de Red Eléctrica)
Producción nuclear
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Fuente: Red eléctrica. Elaboración propia.
De los 261.000 gigavatios/hora producidos, el 20,4% (unos 53.200) fueron de origen nuclear, siendo, aunque por poco, la tecnología predominante el pasado año.
Porcentaje de participación
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Fuente: 5 días
Los reactores nucleares en España pertenecen casi en su totalidad a las 3 grandes energéticas (Iberdrola, Endesa y Naturgy)
Fechas de cierre
El 28 de enero, se llegó a un acuerdo entre Endesa, Iberdrola, Naturgy y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para cerrar de forma escalonada las siete plantas en funcionamiento “no antes de 2025 ni después de 2035”, sin especificar más el calendario. Sin embargo, el 11 de febrero, el medio Cinco Días señalaba que el gobierno en realidad sí ha acordad el calendario de clausuras, que sería el siguiente:
![](https://dev.magnuscmd.com/wp-content/uploads/2019/02/Tabla_4.jpg)
Fuente: Cinco días
Según este escenario, Almaraz I sería la primera en cerrar en 2027 y el clausura total concluiría con Trillo (2035)
Camino marcado: El PIEC
El cierre de las centrales nucleares se englobaría dentro del Plan Integrado de Energía y Clima (PIEC), que anunció el gobierno el martes 12 de febrero y cuyo borrador se llevará al Consejo de Ministros el día 22. Este plan define la hoja de ruta de la transición energética y será remitido a Bruselas con dos meses de retraso.
Teresa Ribera desgranaba las principales líneas de este plan en el 16 Encuentro del Sector Energético, que resumimos a continuación:
- Se confirma el cierre de las nucleares entre 2025 y 2035 de forma “ordenada”.
- Objetivo 70% generación renovable al final de la década.
- Objetivo reducción 20% emisiones 2030 con respecto a las de 1990 (38 puntos menos que en la actualidad).
- Objetivo generación 100% renovable en 2050.
- Se prevé que en la década entre 2020 y 2030 se movilizarán inversiones por valor de 200,000 millones de euros, de los cuales:
- alrededor del 40-45% en renovables.
- 30-35% en eficiencia energética
- 15% estará asociado a redes
- 4% en electrificación para usos finales
- Escenario: 2020 se inicia con un descenso de la generación de carbón que desaparece a lo largo de la década, y en la segunda mitad de ésta se plantea un cierre ordenado del parque nuclear.
- El PIEC calcula que el ahorro para España con la transición energética entre 2020 y 2030 será de más de 70.000 millones de euros y el PIB aumentaría en torno a un 1,9 % en ese periodo, con impactos muy positivos para el empleo.
- Se contempla una electrificación importante en la movilización y la estabilización del gas.
- En la década de los treinta se prevé una caída del peso del petróleo para usos energéticos, manteniéndose el gas como tecnología de respaldo.
Los ejes de actuación hasta 2030 serán la electrificación, la eficiencia y las renovables.
Algunas de las dificultades
Un plan tan ambicioso estará lleno de dificultades. Para llevarse a cabo se deberá poner solución a los siguientes problemas (entre otros):
- El problema del CO2: la producción eléctrica nuclear ha supuesto el 34,42% de la electricidad sin emisiones contaminantes generada en España en 2018, ya que no emiten gases ni partículas contaminantes a la atmósfera. Si no se consigue reemplazar esa generación con energías renovables, habrá que hacerlo mediante combustibles contaminantes, y se consigue, nos enfrentaremos a la siguiente dificultad.
- Gestión de la renovable: si el paso de nuclear a renovables no se hace de forma conveniente, se puede poner en peligro la seguridad de suministro, así como la competitividad de nuestra energía. Se trata de pasar de una tecnología que genera energía de forma continuada y estable a otra que no se puede almacenar y que no es gestionable. Esto supondrá un aumento considerable de los costes del sistema y un reto tecnológico importante.
Coste de desmantelamiento: quién lo paga
Otro de los problemas que presenta el cierre de las centrales nucleares, es el saber cómo vamos a afrontar la multimillonaria factura del coste de desmantelamiento. La entidad pública empresarial Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos S.A.) tiene como misión gestionar los residuos radiactivos que se generan en el país, así como encargarse del desmantelamiento de las instalaciones nucleares. Para afrontar este coste, los propietarios de las centrales han de pagar la llamada “Tasa Enresa”, actualmente de 6,7 €/MWh de producción de las centrales y calculada para una vida útil de 40 años.
Este fondo cuenta actualmente con poco más de 5.300 millones de euros, aunque Enresa cifraba la cantidad necesaria para el desmantelamiento de las centrales y la gestión de los residuos durante las próximas décadas en 17.700 millones. Esto supondría un agujero de 1.500 millones según Enresa y 3.000 millones según las eléctricas (contando las tasas que aún quedarían por pagar).
Sin embargo, esta estimación estaba calculada dando por hecho que las centrales funcionarían hasta los 40 años. Al alargar la vida de las centrales hasta una media de unos 45 años, se taparía el agujero financiero esperado en el programa de desmantelamiento.
Por el momento, el gobierno ha dejado la puerta abierta a una posible subida de la “Tasa Enresa”, aunque será la propia Enresa la que decidirá si son necesarios más recursos.
Conclusiones
Un futuro sin nuclear y basado únicamente en energías renovables suena atractivo, pero no debemos olvidar que para que nuestro mercado energético funcione necesitamos que se cumplan 3 pilares fundamentales:
- Competitividad
- Seguridad de suministro
- Sostenibilidad
Hasta ahora, nuestras políticas se han centrado más bien en las dos primeras patas, por lo que ya es hora de ponernos al día con la tercera.
El verdadero reto será encontrar el equilibrio que haga que nuestros esfuerzos por mejorar la sostenibilidad, no ponga en riesgo nuestra competitividad ni nuestra seguridad de suministro.
Como desde Magnus hemos venido diciendo desde hace meses, nos enfrentaremos a grandes cambios en el sector energético en los próximos años. Una vez más, la legislación será la marque los cambios más importantes del sector. ¿Conseguiremos al fin los objetivos propuestos o estaremos nuevamente ante metas que no podemos cumplir? Seguiremos informando…
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