Después de dos años de negociaciones infructuosas y sin éxito alguno, la OPEP ha acordado finalmente una reducción en la producción de crudo. El primer indicio fue el pasado mes de septiembre, en un foro de la energía celebrado en Argelia donde la organización hizo pública la decisión de limitar su producción a 32,5 mbpd.  En el blog “OPEC agreement. Is it sufficient?” publicado hace unos meses describimos el entorno del acuerdo y sus consecuencias. Sin embargo, faltaba el paso más importante; decidir cuál iba a ser el reparto de las cuotas de recorte por estado.

Antes de nada, ¿cuál ha sido motivo por el que los diferentes países buscaban llegar  a un acuerdo?

A finales del 2014, después de unos años con los precios del petróleo por encima de los 100$/barril y a pesar la caída de precios como consecuencia de la entrada del petróleo no convencional de EEUU, la OPEP decidió no hacer ningún cambio en sus niveles de extracción. Su estrategia fue la de dejar que el mercado ajustara los precios para que solo sobrevivieran las fuentes “tradicionales” de extracción. Con el tiempo se ha demostrado que fue un error mayúsculo subestimar el potencial del shale oil.

A todo ello, Estados Unidos empezó a retirar las medidas de estímulo (Quantitative Easing) puestas en marcha durante el 2012. Esta medida ayudó a hundir el precio del crudo por el fortalecimiento del dólar. Desde entonces y por el lado de la demanda, China ha ido dando señales de ralentización. Bajando sus cuotas de crecimiento del doble dígito al actual 7%. El hundimiento de la Bolsa de Valores durante el 2015 fue una clara señal de alarma de ralentización global.

Finalmente, el levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán, tras cumplir con el acuerdo nuclear, llevó a que el mercado de la oferta tuviera que absorber otros 3 millones de barriles de petróleo diarios en un escenario de clara sobreoferta.

El resultado fue el hundimiento del precio del petróleo (referencia Brent) por debajo de los 30 $/b. Momento en el cual saltaron todas las alarmas y en el que los miembros de la OPEP empezaron a reconsiderar sus posiciones. En ese momento, la batalla por la recuperación de precios tuvo que lidiar con la lucha por conservar las cuotas de mercado y un escenario de cambio de modelo energético donde la demanda del oro negro se prevé menor de lo inicialmente esperado. Una vez más las previsiones fallaron.

A partir de entonces, se empezaron a establecer reuniones bilaterales entre los principales países extractores de petróleo. Sólo un acuerdo consensuado de recorte o congelación de producción podría corregir la tendencia bajista de mercado. Desde inicios del año el mercado ha estado muy atento a los encuentros del sector:

Reunión de junio 2016 OPEP: Nombramiento del nuevo secretario de la organización. No lograron alcanzar un acuerdo de congelación a pesar de filtrar la intención de recortar 0,7 mbd.

Reunión de septiembre 2016: Reunión informal en el Foro de la Energía, donde hicieron público el objetivo de reducir 1,2 mbd.

Reunión de noviembre 2016 OPEP: Establecer las cuotas de los 1,2 mbd de recortes por países con el objetivo de adelantar el equilibrio entre la oferta y la demanda esperado para finales del 2017.

Reunión de diciembre 2016 no-OPEP: Donde Rusia y algunos países extractores se comprometen a dar apoyo a la OPEP persiguiendo el mismo objetivo.

Reunión de mayo 2017: Se revisará el andamiento del acuerdo así como una posible continuidad para el segundo semestre 2017.

Centrándonos en los últimos acontecimientos, el pasado 30 de noviembre se reunieron en Viena, trece miembros de la organización y acordaron recortar 1,2 mbd su producción (para los próximos 6 meses) en base a los volúmenes de octubre con aplicación a partir de enero de mercado. Una semana más tarde se reunieron otros once países (no pertenecientes a la OPEP) para acordar retirar del mercado 558.000 barriles diarios adicionales durante el mismo período.

Con lo cual hablamos de un total de 24 naciones productoras que suponen un 60% de la oferta mundial de esta materia prima con el objetivo de realizar reducciones que ascienden a un 2% del suministro mundial, limitando la producción de la OPEP en 33,05 mpd.

Source: own elaboration, Specific cuts per country in thousands bpd.

Como se puede observar en el cuadro anterior:

  • Arabia volverá a producir a niveles de inicios de este año.
  • Por la parte de Irán, su cuota de producción de referencia en base a la cual se miden los recortes, se ha fijado justo por debajo de los 4 mbd, que es efectivamente el nivel previo a la imposición de las sanciones internacionales.
  • Rusia por su parte, ha aumentado tanto su producción desde mitad de año que a pesar del compromiso de recorte, producirán más que en 2015. Por este motivo, los analistas siguen pensando que este recorte se hubiera producido de forma natural.
  • Nigeria y Libia han logrado quedar exentas del acuerdo debido a los conflictos políticos sufridos los últimos meses que han conllevado a restricciones en su suministro.
  • Indonesia además ha dejado de pertenecer a la OPEP.
Source: Bloomberg, OPEC oil production at record high

Los principales fondos de inversión ya han actualizado sus previsiones, así como la EIA (Administración de Información de la Energía) teniendo en cuenta el acuerdo en la restricción de la oferta para el 2017 situando el WTI a 49$/barril para el primer semestre y 54$/barril para segundo, las previsiones para la referencia europea Brent han sido respectivamente 50$/barril, terminando el año a 55$/barril. La misma agencia también ha actualizado la previsión de demanda mundial debido a la demanda de China y Rusia con un crecimiento de la demanda de 1,4 mpd en este año y 1,3 mpd para el 2017. Estos niveles son cercanos a los que ha habido para 2015 con una demanda de 1,8 mbd y 1,3 mbd este 2016, pero no hay que olvidar que el contexto han sido precios bajos y que estos valores están por encima de la media histórica por año ha sido de 1 mpd.

Source: EIA, Monthly West Texas Intermediate and Brent spot oil prices.

El contango está estrechamente asociado con el equilibrio entre oferta y demanda, y su estrechamiento indica que los operadores esperan que los niveles de existencias sean más bajos del año que viene tras el acuerdo.

¿Un Gran Acuerdo o una Gran Mentira?

No obstante, la OPEP tiene una larga historia de incumplimientos en compromisos. El hecho de que Nigeria y Libia estén exentos del trato presionan al líder de la OPEP, Arabia Saudí, para que asuma la mayor parte de las reducciones de la oferta. Por ese motivo, las partes en las negociaciones también acordaron formar un grupo especial encargado de vigilar el cumplimiento del acuerdo, tanto por los países de la OPEP y no OPEP. El grupo estaría integrado por tres miembros de la OPEP y los dos países no OPEP.

Source: Bloomberg,  WTI producers reached highs in six years

No hay que dejar de lado el hecho de que que los productores de Estados Unidos, con costes de producción por debajo de los 55$/barril, se pueden permitir retomar su producción y las inversiones y aumentar su ya creciente número de plantas de extracción. Esto se está traduciendo en que, por ejemplo, la semana pasada han aumentado en 21 las plataformas petroleras. El aumento en las plataformas es el más grande desde julio de 2015. La flota activa de plataformas de perforación en los EE.UU. se encuentra ahora en 498, 182 equipos de los niveles de mayo, que fue un mínimo de varios años. Las recientes elecciones en EEUU y como resultado de la victoria de Trump, enfatiza la voluntad de explotar las fuentes de energía no convencionales como principal política energética.

En pocas palabras, hay varios aspectos que podrían socavar el éxito de la OPEP- no OPEP acuerdo. La primera es el cumplimiento. Ciertamente, para que el acuerdo funcione, dependerá mucho de las acciones de Arabia Saudita y Rusia, ya que representan casi la mitad de los recortes de producción combinados planeados. Mientras que los saudíes han aumentado los volúmenes totales, no han hecho tanto como sus competidores, lo que significa que han perdido cuota de mercado y hasta ahora este año Rusia ha usurpado su posición como el principal proveedor de China.

Ya no son únicamente los riesgos de que los miembros del acuerdo sean capaces de asumir el compromiso, por conflictos geopolíticos, sino que además queda pendiente la respuesta del 40 por ciento de la producción mundial de petróleo no sujeto al acuerdo, los principales productores de oscilación son los perforadores de esquisto de los Estados Unidos, por lo que se acercan unos meses llenos de incertidumbre y movimiento en el mercado y por consecuencia los veremos trasladado en los precios.

Sonia Díaz | Energy Consultant

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