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Hemos empezado la semana de junio con un precio diario de OMIE en alza hasta alcanzar los 40 euros por MWh. Atrás se están quedando los buenos precios que hemos vivido estos meses de 2016 y la razón principal es la retirada de la energía hidráulica. Una retirada que generalmente suele producirse ya a inicios del mes de mayo y que hace del tercer trimestre, el momento con precios más altos en el mercado diario, así como en el mercado a futuros.
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Source: M.Tech Magnuscmd.
La participación de la energía hidráulica en la casación del PBF ha sido excepcional en lo que llevamos de año, nada menos que más de un 40% del mix energético respecto a 2015. Esta participación de la hidráulica, sumado a los buenos vientos que ha sido la tecnología con mayor peso en el mix energético, ha dado precios de OMIE no vistos desde 2010 y ha convertido a mayo 2016, el mes más barato respecto a otros meses de mayo anteriores. Un comportamiento de los precios totalmente opuesto a 2015:
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Como comentábamos la participación de la hidráulica ha sido excepcional este año. Y muchos se preguntarán porque este año si y en 2015 no. Para ello hay que entender que, a diferencia de la mayoría de energía limpias, la energía hidráulica si es gestionable, concretamente la energía de centrales a pie de presa. Son aquellas que, mediante la construcción de una presa o la utilización de una existente, pueden regular los caudales. Como consecuencia, el nivel de participación depende de la decisión de los agentes que gestionan dichas infraestructuras.
En España existe una capacidad total de embalses de 55.000 hm3, de los cuales el 40% de esa capacidad corresponde a embalses hidroeléctricos. La energía hidroeléctrica cuenta con una capacidad instalada en nuestro país de 17.792 MW, que suponen el 19,5% del total, potencia solo superada por los ciclos combinados de gas que, con un total 27.200 MW. Cataluña, Galicia y Castilla y León son las comunidades autónomas que cuentan con la mayor potencia instalada en el sector hidroeléctrico, por ser las zonas con mayores recursos hidroeléctricos dentro de España. A continuación, un mapa de las centrales mayores de 20 MW (indica el nombre de las 10 centrales de 300 MW):
![spain-map](https://magnuscmdblog.files.wordpress.com/2016/07/spain-map.png?w=720)
Source: UNESA
En España existen 20 centrales de más de 200 MW que representan el 50% de la potencia hidroeléctrica total instalada. Estas centrales generalmente se constituyen de un embalse donde el agua queda retenida, una presa o cortina que soporta el empuje del agua y una central con turbinas para genera electricidad. Lo que se diría como el pack completo de una central hidráulica. De estas 20, las 10 más grandes conocidas como las joyas de la corona son:
- Central de Aldeadávila en el rio Duero de 1.243 MW y gestionada por Iberdrola
- Central José María de Oriol, Alcántara en Extremadura 957 MW y gestionada Iberdrola, situada en el segundo embalse más grande de España, y cuarto de Europa (máximo 3.162 Hm3)
- Central de Villarino en el río Tomes, Extremadura de 857 MW y gestionada por Iberdrola
- Central de Cortse-La Muela en el río Júcar, Valencia de 630 MW y gestionada por Iberdrola
- Central de Saucelle en el río Duero de 520 MW y gestionada por Iberdrola
- Cedillo en el río Tajo de 500 MW y gestionada por Iberdrola
- Estany-Gento Sallente en el río Flamisell, La Torre de Cabdella de 468 MW y gestionada por Endesa
- Central de Tajo de la Encantada en el rio de Guadalhorce, El Chorro de 360 MW y gestionada por Endesa
- Central de Aguayo de 360 MW en San Miguel de Aguayo (Cantabria) y gestionada por Viesgo
- Mequinenza de 324 MW en el rio de Ebro y gestionada por Endesa
Estas plantas junto con el resto de centrales hidroeléctricas, de menor tamaño, están agrupadas en 6 cuencas hidrográficas con la siguiente potencia instalada: Norte de 4.879 MW, Duero de 3.887 MW, Ebro-Pirineo de 3.425 MW, Tajo-Júcar-Segura: 4.349 MW, Guadiana de 226 MW y Guadalquivir-Sur de 1.025 MW. Este reparto une las centrales que comparten un único sistema de drenaje natural, es decir, que se drenan las aguas al mar a través del mismo río, o que vierten sus aguas a un único lago. En dichas cuencas hay un total de 36 embalses. Cuando se abre un embalse, todas las centrales situadas aguas abajo aprovechan el caudal para generar energía.
Se plantea difícil monitorizar los precios de OMIE si la participación de una energía, con tanto impacto en la casación, depende de la oportunidad que percibe el agente que gestiona el embalse y decide si soltar o no el agua. Sin embargo, su gestión tiene unos límites como:
– La Garantía del caudal ecológico.
– La Capacidad máxima del embalse
El primero se define como caudal ecológico: El agua necesaria para preservar valores ecológicos como; los hábitats naturales que cobijan una riqueza de flora y fauna, las funciones ambientales como dilución de poluentes, amortiguación de los extremos climatológicos e hidrológicos, y preservación del paisaje. En el momento del cierre, el flujo aguas debajo de la presa debe mantenerse, garantizando el caudal ecológico durante todo el periodo de llenado del embalse que puede durar varios meses. La forma de garantizar este caudal mínimo varía de caso a caso, y debe ser previsto en el diseño de la presa.
El segundo se define como la lámina en su cota máxima que siempre se halla sensiblemente por debajo de la cota de coronación (parte superior de la presa); la cual nunca debería alcanzarse para garantizar la integridad de la infraestructura que retenga el agua embalsada. El límite de capacidad también varía caso a caso, pero todos se rigen por la Guía Técnica de Seguridad de Presa y se denomina “Nivel Máximo Normal” (NMN).
De ahí que el dato que nos puede indicar cuanto participará la energía hidráulica debería ser el nivel de reservas hidroeléctricas. Es decir, debería existir una relación entre el nivel de reservas, la participación de la hidráulica y, en menor medida, pues existen otros factores como la participación del viento, el rango de precios de OMIE. A continuación, presentamos un resumen de la actuación de esta tecnología desde 2012 con el nivel de reservas obtenido en el mes de abril (mes de lluvias) incluyendo la eólica.
Según los datos históricos, el nivel de llenado no asegura el mismo nivel de participación pero si se deduce que: si el llenado es menor del 50% la partición no será mayor del 10%. En cuanto a los precios de OMIE se observa que a un nivel de participación hidráulica mayor del 20 % se obtiene un promedio menor de los 30 €/MWh.
Aún así, vemos que ni el nivel de reservas permite conocer la actuación de las centrales. Este dato sigue sin ser la solución, sobre todo cuando tienen lugar investigaciones por parte de la CNMC a entidades productoras por posible manipulación de precios en el mercado mayorista. Recordemos que, en junio 2014 la CNMC anunció la apertura de un expediente sancionador contra Iberdrola por la sospecha de manipulación fraudulenta para alterar los precios en el mercado mayorista de la electricidad. Los hechos sobre los que investiga Competencia se remontan a las fechas comprendidas entre el 30 de noviembre y el 23 de diciembre de 2013. Y la investigación se centraba en varias instalaciones de las cuencas de los ríos Duero, Tajo y Sil, donde la entidad podría haber retenido el agua. Según el organismo regulador, la compañía eléctrica se infringió el artículo 60 de la antigua ley eléctrica, lo que supuso una sanción grave de hasta 25 millones de euros a Iberdrola.
De ahí que en el actual panorama electoral surjan propuestas para recuperar las centrales hidroeléctricas. El acuerdo alcanzado entre Podemos e Izquierda Unida por el cual concurrirán unidas en una misma candidatura en las próximas elecciones del 26J afectaría de lleno a los intereses del sector eléctrico, y a los gestores de los embalses. Uno de los planes consistiría en la recuperación por parte del Estado de las centrales hidroeléctricas cuyas concesiones a empresas privadas caduquen. Las razones que abogan para que las centrales hidroeléctricas sean gestionadas por instituciones públicas son variadas:
– Las centrales hidroeléctricas fueron construidas en su mayoría hace décadas, cuando la generación de electricidad estaba regulada, y en algunos casos incluyendo inversión pública por lo que sus costes de inversión ya han sido recuperados. Así, la liberalización del sistema eléctrico de 1997 instauró un nuevo marco en el que estas centrales se convertían en receptoras de los conocidos “beneficios caídos del cielo”. Estos surgen al hacer uso de un bien público como es el agua para fines privados que en un sistema de precios marginales resultan ser muy elevados. Al ser un bien público, entienden que los beneficios deberían destinarse al conjunto de los españoles.
– En el modelo energético que proponen con un mix energético de renovables, la producción hidráulica no debería guiarse por el coste de oportunidad. Al ser una tecnología gestionable, su actuación debería ser puramente técnica para dar soporte a otras energías renovables con participación irregular como la eólica o la solar fotovoltaica.
Hay que decir que el pacto de Podemos e Izquierda Unida presenta como un proyecto muy ambicioso para la hidráulica que, si llegará a sortear todos los posibles obstáculos, como el desconocimiento de los contratos de las concesiones vigentes, con llevaría a una alteración del comportamiento en el mercado mayorista sin precedentes. Es decir, podríamos ver como dejaría de existir la estacionalidad de precios diarios actual que hemos mencionado al inicio de este artículo.
Marta Merodio | Energy Consultant
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