Más de 20 dólares de diferencia han llegado a distar entre el valor máximo del Brent cotizado este año y el precio del crudo a inicios del 2018. Una tendencia totalmente bullish que ha posicionado el petróleo al borde de los 90 $USD/bbl hace apenas dos semanas.
Motivos para su justificación no han faltado: una demanda en alza tras una recuperación económica global, la producción petrolera venezolana se hunde a máximos históricos, Arabia Saudí y Rusia acompañan a la OPEP en equilibrar la oferta y demanda mundial de crudo, y para colmo, EEUU sale de un acuerdo nuclear que pone en jaque las exportaciones iraníes.
Hemos dado la bienvenida a un nuevo mes con un comportamiento del Brent inestable, tocando máximos desde octubre del 2014 para posteriormente caer más de 6 dólares en una semana. Y es aquí donde nace la pregunta clave, rompiendo el escenario más evidente que actualmente se puede imaginar en el petróleo, ¿Podría llegar una tendencia bearish?
ARABIA SAUDÍ Y RUSIA
Dos de los grandes productores mundiales de petróleo son piezas clave en este juego de estrategia. Los mismos cambiaron su rol austero y han comenzado a aumentar su producción, aportando entre ambos un millón de barriles por día más al mercado.
Todo ello se remonta a septiembre, antes de la reunión en Argel de la OPEP, en el que ambos países decidieron echar un capote a EEUU y aliviar el precio de los combustibles antes de las elecciones de mitad mandato de Trump.
Durante el mes de septiembre se ha conocido que Rusia ha aumentado su producción cerca de un 2%, registrando una cuota de 11,36 mbpd. Arabia Saudí, por su parte, incrementó 50.000 bpd la producción de dicho mes y se sitúa en los 10,53 mbpd.
Aunque puedan parecer pequeñas cifras, hay que considerar que ello fue acordado antes de la reunión de Argel del 21 de septiembre, por lo que el margen de maniobra para incrementar su producción ha sido muy ajustado. De ahí deriva, las constantes afirmaciones de ambos países en poder proporcionar al mercado mayor oferta de crudo si fuese necesario.
EEUU
El país que más esfuerzos ha hecho para frenar una tendencia alcista del crudo tras el acuerdo de recorte de la OPEP y otros no miembros, parece que empieza a cobrar sus ganancias tras dos años de considerable aumento en su producción de petróleo.
A lo largo de los últimos 24 meses ha conseguido aumentar su producción en un 32,5% hasta los 11,2 mbpd que la EIA confirmó el pasado 5 de octubre, una cuota que jamás ha llegado acercarse en los últimos 35 años.
A su vez, la producción de los americanos parece estar en auge con dos semanas consecutivas de fuertes incrementos en los inventarios de crudo, volviendo a los 400 millones de barriles inventariados. Tan sólo en las dos últimas semanas han incrementados los stocks en 13,9 millones de barriles.
Además, su política incansable de America First para recompensar con precios bajos en los combustibles a los Estados donde mayor voto recibió (Texas y North Dakota entre otros) coge mucho más empuje ahora con la “alianza” de Rusia y Arabia Saudí.
IRÁN Y EL APOYO DE OTROS PAÍSES
Posiblemente el player que nadie se esperaba en el escenario presentado, pero que sin duda puede llegar a ser uno de los grandes protagonistas. Desde que en 2016 se levantaran las sanciones por parte de EEUU y la UE tras reducir su programa nuclear, Irán ha producido cerca de niveles máximos no vistos desde los años 80.
Las nuevas inminentes sanciones por parte de EEUU al país del golfo Pérsico han tenido efecto en la producción del mes de septiembre, que se ha podido comprobar como los mismos redujeron su extracción en 1,33% hasta los 3,755 mbpd.
La intención de EEUU con las nuevas sanciones es que las exportaciones de Irán se reduzcan hasta 1 mbpd. Para ello se está forzando a los compradores a que reduzcan sus importaciones o bien, podrían quedar excluidos del sistema financiero estadounidense.
Irán no lo pone fácil, ya que pese a las dificultades que está teniendo por asegurar sus envíos por aseguradoras internacionales, está basando su estrategia en una política de precios bajos no vistos en los últimos 14 años.
Pese a los posibles problemas que podrían tener sus clientes, hay algunos países que ignoran los chantajes de Trump y se muestran del lado de Irán:
- China. Afirmó no aumentar sus compras, pero paralelamente rechazó la solicitud de EEUU en recortar sus importaciones. A su vez, esta situación ha brindado a China la oportunidad de tomar la iniciativa en un proyecto para desarrollar el mayor yacimiento de gas de Irán a través de la empresa estatal China National Petroleum Corp., por lo que ambos países ganan en esta situación.
- India. Ya confirmó el ministro de Relaciones Exteriores iraní tras una reunión con su homólogo indio que estos continuarían con las mismas condiciones de compra que hasta ahora. Actualmente Irán es el tercer mayor cliente de la India.
- Japón. Las refinerías japonesas están forzando al gobierno a que los mismos tengan conversaciones sobre su afectación en las sanciones de Irán. Los japoneses cerca de 125 kbpd.De todos modos, EEUU no tirará piedras sobre su propio tejado, ya que una reducción abusiva de las exportaciones de Irán supondría un descenso en la oferta de más de 3 Mbpd y una clara situación de que los precios del crudo retomen los 100 $USD/bbl, cosa que no le interesa al republicano americano. Es por ese motivo que ha mantenido conversaciones con Arabia Saudí, con tal de que sea éste quien sustituya el hueco que dejan los iraníes.
¿PODRÁ EL OSO CON EL TORO?
La gran pregunta y que nadie conoce su respuesta. Lo que sí es obvio que a lo largo del mes de octubre se empieza a dibujar la posibilidad de ver una tendencia descendente bajo un 2018 alcista en el que el crudo ha ganado un 30%.
Es evidente que hay factores de peso en cada lado de la balanza, cosa que hasta hace unos meses sólo había uno por el lado bajista: la creciente producción de EEUU. Pese a todo ello, sigue preocupando la producción de crudo en Venzuela, que en el mes de agosto alcanzó los 1,23 Mbpd, lo que se traduce en un descenso del 59% en el último año.
Hay muchos frentes abiertos y una posible combinación de factores bajistas y alcistas que no determinan un único escenario. Aunque bueno, a partir de noviembre se podrá conocer la firmeza de algunos países que actualmente apoyan la continuidad de compra a Irán frente a las amenazas de EEUU.
Será el primer hito que encaminará una senda: ¿Bajista o Alcista? Hagan sus apuestas.
Adrián Gil | Energy Consultant
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