Desde hace semanas el COVID19 monopoliza los títulos o inicios de las noticias, artículos, blogs, opiniones y comentarios. No vamos a hablar de lo que ha supuesto la llegada de este virus, pero es necesario hacer una reflexión sobre escenario en el que se encuentran mercados energéticos, sobre los que tenemos que tomar decisiones (ahora y en los próximos años).

Nos levantamos y acostamos con datos de la pandemia y a lo largo del día se especula sobre escenarios, medidas, y demás. Hoy, más que nunca, las expectativas y la realidad están más alejadas todavía.

En términos energéticos vemos como los mercados diarios (spot) transmiten con preocupación una clara situación de sobreoferta ante el hundimiento de la demanda. Petróleo, Gas, derechos de emisión, Carbón … todos ellos parecen no tener suelo y algunos de ellos han cotizado en valores negativos. Algo nunca visto. Valores que incomodan y preocupan a todos los actores del mercado (gobiernos, reguladores, generadores, inversores…).

Por otro lado, tenemos los mercados a plazo que dan señales de tímida recuperación. Estos se mueven con la expectativa/esperanza de que la actual situación sea coyuntural.

En cualquier caso, nunca hemos tenido diferencias tan acentuadas entre el mercado spot y el mercado a plazo. Mercados, por otro lado, en los que pivotan las decisiones de cualquier empresa del sector.

En ocasiones leemos o escuchamos, con cierta estupefacción, cómo se confunden los fundamentales de ambos mercados y se tiende a simplificar las conclusiones con claros objetivos de interés individual.

Lo que está claro es que deben ser analizadas sobre perspectivas y variables diferentes pues su desacople es más evidente que nunca.

Los mercados diarios (la realidad)

Si partimos del mercado de referencia a nivel global, el petróleo es el que traslada el pulso del sentimiento a todos los mercados. Tanto del lado de la oferta (desacuerdo entre Arabia Saudita y Rusia) como por parte de la demanda (frenazo de la actividad con motivo del COVID19) ha creado un gran problema de sobreoferta. En estos gráficos podemos ver como hemos ido sobre produciendo petróleo en los últimos meses:

Datos: Reuters

Situación que ha llevado al mercado a momentos de pánico, donde el precio del crudo (referencia WTI) ha llegado a cotizar, en algún momento, con valores negativos de hasta 40$/bbl. La referencia europea (Brent) no está pasando tampoco por su mejor momento:

Detrás del petróleo han ido los mercados de Gas, que ya venía de un último trimestre 2019 de caídas con motivo de las señales de desaceleración del mercado asiático.  Los mercados están sometidos a un gran stress debido a la sobreoferta y en especial de la presión del GNL a nivel global. Las señales de los mercados europeos y americanos son claros:

Datos: EIA

El resultado ha sido no sólo la caída de los precios de los principales mercados, sino el acercamiento de los precios de las principales regiones (EEUU, ASIA y EUROPA).

El escenario en mercados eléctricos locales no ha sido diferente. Y si tomamos el mercado español como representación de los europeos vemos que la demanda de electricidad del mes de abril cierra con un 17,3% menos que el correspondiente del 2019. Un valor que se suma al 5,9% registrado en el mes de marzo según datos de Red Eléctrica. Situación que ha desplazado por completo a la generación térmica tradicional y ha dado paso a la renovable que ha tomado protagonismo este primer trimestre del año con casi un 48% del total.

Esta situación se traduce en el colapso de los precios a niveles nunca vistos:

Datos: Magnus CMD

Estos niveles de precio están redefiniendo la “normalidad” de nuestros mercados. Ahora mismo, muchos porfolios están en perdidas, los impagos se disparan y las empresas con menor solvencia económica pasan sus peores momentos. Se abre un período de gran actividad en el M&A (Merger and Acquisitions). Las inversiones se han bloqueado y el miedo se ha apoderado del capital.

Los mercados a plazo (las expectativas)

Por el contrario, los mercados a plazo han frenado sus caídas y parecen haber llegado a nuevos valores de resistencia. Coincidiendo con el inicio de las fases de desconfinamiento en la mayoría de los países desarrollados, éstos se mueven a base de expectativas. Expectativas que, por otro lado, van siendo revisadas día sí día también.

En esta línea tenemos que el mercado del petróleo referencia Brent cotiza el producto M+1 sobre los 20$/bbl mientras que el mercado a plazo dibuja una curva ascendente hasta valores por encima de los 40 $/bbl.

Datos: Magnus CMD

El mercado referente de Gas en Europa (TTF) sigue en valores diarios por debajo de los 6€/MWh mientras que los productos anuales cotizan en valores por encima de los 12 €/MWh.

Datos: Magnus CMD

Lo mismo sucede en los mercados eléctricos. Las cotizaciones diarias del mercado eléctrico español luchan por mantenerse por encima de los 20€/MWh mientras los mercados a futuros (productos calendar) parecen querer resistir sus caídas más allá de los 40 €/MWh:

Datos: Magnus CMD

Conclusión

Las compañías de gas y petróleo están afrontando el colapso de sus beneficios y márgenes. Los países cuyas economías dependen de los ingresos del petróleo van a tener que balancear sus presupuestos con medidas urgentes.

Las consecuencias de esta crisis residirán no tanto en la caída de los precios sino en el tiempo que estos se mantengan a estos niveles. La recuperación en “U”, “V”, “W” o incluso “Y” son términos a los que tendremos que familiarizarnos para poder establecer escenarios futuros. Cuanto más dure el período de depresión de precios, mayor repercusión tendrán en el funcionamiento del mercado y los flujos de capital que necesita

Esta crisis ha traído grandes incertidumbres y seguramente borrará del mapa algunas empresas. A pesar de ello, muchos ven ya nuevas oportunidades.

Es probable que el coronavirus fomente una forma de pensamiento más ecológico a nivel global. El ajuste de las inversiones se hará en línea de las tendencias de descarbonización y diversificación de mercados. Potenciando aún más esa transición en la que se ha puesto tantas esperanzas.

Esta podría ser una oportunidad considerada para que los gobiernos impongan un programa «verde» al que las empresas deben adherirse para obtener el apoyo financiero del Gobierno.

En definitiva, este es un momento para reconsiderar estrategias y tener las miras a largo plazo más que en el inmediato. Desde Magnus, siempre ayudamos a nuestros clientes a posicionarse en las estrategias de medio largo plazo, sin olvidar los riesgos y oportunidades del corto. ¿Qué decisiones habéis tomado o vais a tomar?

Alejandro De Roca | Energy Consultant

 

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