De igual forma que el resto de los mercados, el gas natural se mueve al alza cuando hay más compradores que vendedores en el mercado, igual que baja cuando sucede lo contrario. El duro mundo de las operaciones “intuitivas” se ha vuelto a dar de bruces la semana pasada. Los fundamentales, los análisis técnicos y cualquier otra forma de análisis que se utilicen quedan en nada cuando sucede algo inesperado.

Una gran ola de frío desencadenada por un raro evento meteorológico sobre el Ártico ha puesto a prueba los mercados de gas la semana pasada. Esto ha sucedido, en un contexto de alza de precios y niveles de almacenamiento peligrosamente bajos en ciertos países dadas las fechas en las que nos encontramos.

El culpable ha sido el fenómeno llamado “La bestia del este”, el que ha hecho que las temperaturas en Europa alcancen los -12 grados centígrados, batiendo récords de intensidad de nevadas que no se sucedían desde hace 30 años. Ello provocó que se operara en condiciones tensas y con posibles carencias, dado que la demanda del sistema alcanzando un máximo de 10 años el pasado miércoles en algunas ciudades europeas.

Por el lado de las importaciones a través de Nord Stream y Yamal-Europe hasta el noroeste de Europa, el tránsito se mantuvo en niveles máximos de capacidad a finales de mes. De hecho, Gazprom reconoció batir récords históricos durante ocho días consecutivos.

¿Esto fue suficiente para que los precios se triplicaran de un día para otro?

 

 

 

Source: M-Tech

Source: M-Tech

Para obtener respuestas veamos el detalle por zona:

UK

Cada vez más dependiente del resto de Europa tras la pérdida del yacimiento Rough (sobre el que hablamos en alguna ocasión en el M·Blog), los precios de gas en el Reino Unido han estado tensionados, con sólo siete instalaciones de rango medio disponibles durante el período de alta demanda. Esto llevó a los precios spot a alcanzar niveles no vistos desde hacía 20 años.

Tras la indisponibilidad puntual de gas y con el fin de restablecer hasta cierto punto la normalidad, se solicitaron dos cargamentos de GNL procedentes de Rusia que han resultado cruciales para la corrección de precios.

Noruega

El segundo proveedor más grande de gas de Europa, sufrió una interrupción no planificada en la planta de Kollsnes, el mismo día 1 de marzo, que limitó las exportaciones a través del gasoducto Langeled desde Noruega hacia UK.

Países Bajos

La referencia TTF alcanzó valores de 120€/MWh en intradiario y cerró por encima de los 70€/MWh el pasado 2 de marzo. Motivado por el aumento abrupto de las extracciones de los almacenamientos que pasaron de 41mcm/día a casi 200 en un día.

Los Países Bajos aumentaron las importaciones desde Alemania en un 50% para satisfacer su demanda interna y contrarrestar la pérdida de producción.

Alemania

Los precios más caros del TTF hicieron que dejara de ser atractivo para ellos la compra en este referente. Por ello, las importaciones desde Holanda se redujeron tres cuartas partes y las retiradas de almacenamiento aumentaron considerablemente.

Las temperaturas en el país que más gas consume de Europa fueron suaves en comparación con los días anteriores, lo que nos lleva a pensar que los precios tuvieron mayor influencia por parte de lo que pasaba en los mercados vecinos que por propios fundamentales.

Francia

En Francia, el operador de gas tuvo problemas para equilibrar el sistema de red del norte del país. De hecho, alcanzaron en ciertas horas el estado de alerta. A expensas de un buque de GNL en la terminal norteña de Montnoir y sin poder tirar de gas holandés, los precios del Peg Nord y el TRS se dispararon.

Bélgica

Arrastrado por el resto de los mercados, el referente Zeebrugge también cotizó en precios altos. Los precios fueron presionados, además de los factores comentados antes, por la situación en el único depósito de almacenamiento (Loenhout) en el país.

Italia

La demanda impulsada por el extremo clima expuso al sistema a una grave escasez de suministro ya que las importaciones y la capacidad de extracción disponible de los almacenamientos no alcanzaron para satisfacer las necesidades de consumo.

A pesar del envío de GNL, el suministro en el norte de Europa fue limitado por los precios disparados en el resto de hubs, lo que hizo difícil cubrir los costes de las importaciones de gas a corto plazo desde Suiza.

España

Dada la situación en el resto de los países y en contraste con la estabilidad de los precios en España, el país se convirtió en un exportador físico de gas, de 20 millones de metros cúbicos diarios que conecta el mercado español de PVB (Punto Virtual de Balance) con la zona TRS en el sur de Francia. Mientras que el resto de hubs triplicaba sus precios, en España la punta de precios no superó los 34€/MWh.

¿Tras la subida todo vuelve a la normalidad?

Durante los días de conflicto, los transportistas retiraron el gas de los almacenes europeos a una velocidad de casi 780 millones de metros cúbicos día (mcm). Si el ritmo de extracción hubiera continuado a este nivel hasta finales de mes, los depósitos de almacenamiento hubieran llegado a niveles de reserva mucho antes de finalizar el mes.

El gas natural en Europa está entrando en una época importante del año, ya que las retiradas de los inventarios se convertirán en inyecciones a medida que la temporada de mayor demanda llegue a su fin.

Es usual que el almacenamiento se reduzca en esta época del año, su evolución dependerá de cómo fluctúen las temperaturas lo que queda del invierno. Y dependiendo de cómo evolucione, empezará la época de inyección, cuyo objetivo es cumplir con una de las premisas en las políticas energéticas europeas: la seguridad de suministro. La previsión es que este año la inyección comience antes de lo habitual. El año pasado ya se adelantó y empezó el 28 de marzo.

Cuando suceden incidentes de este estilo, vemos lo vulnerable de los mercados ante acontecimientos extremos. Ya que la alternativa al gas natural es el GNL (Gas Natural Licuado) que no está disponible en el corto plazo, por el tiempo de llegada y descarga del propio buque, por lo que no se puede utilizar para frenar la volatilidad de los precios spot en un momento dado.

El hecho de formar parte de un continente altamente dependiente de recursos naturales nos obliga a tener a disposición herramientas que nos ayuden a hacer frente ante este tipo de sucesos, invirtiendo por ejemplo en interconexiones, si éstas fueran mayores entre España y Francia, hubiéramos podido aliviar la tensión de precios al menos en Francia. Sobre todo, si queremos cumplir con los objetivos de Europa en cuanto a materia energética se refiere: seguridad de suministro, competitividad, sostenibilidad

Sonia Díaz | Energy Consultant

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