Los derechos de emisión de carbono del sistema europeo de comercialización de emisiones (EU-ETS, por sus siglas en inglés) han subido de precio un 60% desde enero pasado y se  han triplicado desde mayo del pasado año cuando costaban 4,38 euros la tonelada, hasta los 13,82 euros en abril de este año. Siguiendo los datos de la Comisión Europea divulgados este pasado martes,  las emisiones reguladas en el mercado europeo de derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) subieron en 2017 por primera vez en siete años por la mayor producción industrial.  Las emisiones totales del Sistema de Mercado de Emisiones han subido un 0,3% en 2017, pasando de las 1.750 millones de toneladas de 2016 a las 1.756 en 2017. Eso significa la primera subida desde 2010.

Fuente: Reuters (las variaciones en el sector de la aviación es una estimación).

Fuente: Reuters (las variaciones en el sector de la aviación es una estimación).

Se observa una disminución de 11.7 millones de toneladas en las emisiones de energía y calor en comparación con 2016. Las emisiones del sector eléctrico europeo siguen una tendencia decreciente a medida que la generación con renovable crece y que los países se alejan del carbón. Es más, si los cortes de las nucleares del año pasado en Francia y la sequía en el sur de Europa no  hubieran sucedido, no se hubiese aumentado la demanda de plantas de combustibles fósiles, y las emisiones de energía podrían haber disminuido en otros 20 millones de toneladas en línea con esta tendencia.

De hecho, debido al incidente conocido como “tormenta perfecta”, donde el parque nuclear francés tuvo problemas, las reservas de agua fueron bajas y las temperaturas también, España ha sido el cuarto país de la Unión Europea (UE) que más aumentó sus emisiones de C02 en 2017. Según los datos publicados este pasado viernes por la oficina estadística europea Eurostat, España incremento un 7.4% más de emisiones de C02 respecto a 2016 y represento un 7.7 % de total de las emisiones de C02 del bloque comunitario, la sexta mayor proporción.

Ahora bien, la economía europea creció un 2,5 % el año pasado, y en el caso de España un 3.1%. El sólido crecimiento en la economía europea dio como resultado una mayor actividad que condujo a emisiones más altas. Las emisiones en los sectores de la industria aumentaron en total 12.6 Mt o 1.6 % con respecto a 2016, con el mayor incremento observado en el sector ‘Cemento de cal y vidrio’ y el sector ‘Otros’.

En general, la disminución de las emisiones en el sector de la energía se vio opacada por un crecimiento en los sectores de la industria y que dio como resultado un aumento del 1.8% de emisiones de C02 de la UE respecto a 2016. Un aumento de emisiones de C02 teniendo casi la misma cantidad de ETS emitidos que en 2016.

EL SISTEMA DE MERCADOS DE DERECHOS DE EMISIONES DE CO2

Cerca del 45 por ciento de la producción de gases de efecto invernadero de la Unión Europea está regulada bajo el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE UE o ETS, por sus siglas en inglés), la principal herramienta del bloque de países para abordar el calentamiento global mediante el cobro de derechos para emitir CO2.

El Sistema de Mercado de Emisiones (ETS) controla 11.000 instalaciones industriales de 28 países miembros, además de Islandia, Liechtenstein y Noruega. Entre las instalaciones que controlan se encuentran las centrales de producción eléctrica, la industria cementera, la siderúrgica, las refinerías y el sector de la aviación por los vuelos que lleguen o salgan de la UE. En la UE,  un 70% de las emisiones provienen del sector energético y el resto corresponden a los otros tres sectores a partes casi iguales.

En España  el 50% corresponde al sector energético, es decir, a la producción eléctrica, y la otra mitad a los otros sectores.

El sistema de ETS se rige por la ley de demanda y oferta. Por un lado, la oferta es fija y se da en subastas. Es una oferta peculiar porque para casi todos los sectores menos el eléctrico los derechos de emisiones CO2 son de asignación gratuita. Por otro lado la demanda se compone de las empresas que solicitan los derechos de emisiones para cubrir sus emisiones. Un derecho de emisión corresponde un coste por tonelada. Para tener una idea de la necesidad, los ratios de conversión en carbón y gas pueden rondar los 0.92 TC02/MWh y 0.28-0.37 TC02/MWh respectivamente (a mayor eficiencia energética este ratio es menor). Por lo tanto, la demanda de derechos dependerá de las necesidades de las empresas.  Si sobran o falta adquirir derechos en función de la actividad, las empresas propietarias de las instalaciones pueden acudir a un mercado secundario donde se vuelven a comprar o vender derechos de emisiones de CO2 entre ellas.

Si las necesidades de las empresas aumentan, la demanda sube y el precio también. Por  ende, se podría pensar que el hecho que el precio ha subido se debe un aumento de emisiones industriales ante la recuperación de la actividad tras la crisis en un mercado donde la oferta es fija.

¿Es solo la reactivación económica el motivo del aumento del precio de los derechos de emisiones de C02?

LA CUARTA FASE Y LA RESERVA DE ESTABILIDAD DEL MERCADO

Cuando se estructuro el sistema de derechos de emisión, esté partía sobre la base de una demanda de energía en perpetua expansión y por lo tanto de una necesidad creciente de derechos de emisión. Esto determinó que el modelo se basara en la adjudicación de una cantidad fija de derechos de emisión en un mercado en el cual la tasa de generación de emisiones es variable. No se contempló el funcionamiento del mercado de ETS en un entorno de crisis internacional que conllevo un desplome en la generación de emisiones de C02.  La UE se encontró con un sistema que no daba sus frutos para responder a la descarbonización de la economía del acuerdo de Kyoto, ya que el precio estaba en caída libre durante los años de la crisis, entre otras cosas por  una acumulación de un gran excedente de derechos de emisión en el sistema (y faltaba producción industrial).

Para que los derechos de emisión tengan un efecto disuasorio sobre la generación de gases de efecto invernadero por parte de la industria y las empresas generadoras de energía, estos derechos deben tener un precio mínimo de mercado. Un precio que no se daba en Europa tras la crisis. Se creé que a un precio de 20-30 €/t, las tecnologías limpias serán más competitivas. Mientras, se busca provocar  en el sector de la energía que el “C02 Switching Price” favorezca la quema de gas antes que el carbón en las centrales térmicas, ya que el carbón es alrededor de 2.5 veces más contaminante que el gas natural. El “Co2 Switching Price” es el precio de referencia del CO2 que indica cuando un cambio de carbón a gas natural o viceversa es económicamente ventajoso para un productor de energía eléctrica.

El precio de referencia implica que tanto el “Clean Dark Spread (CDS)” y el “Clean Spark Spread (CSS)” tendría el mismo valor €/MWh. Mencionar que si se tiene en cuenta el coste de los derechos de emisiones de C02, el CDS es margen bruto de una planta de generación eléctrica por quema de carbón en la venta de 1 unidad de electricidad (€/MWh y el CSS es lo mismo pero con la que de gas.

Fuente: Magnus CMD

Fuente: Magnus CMD

Por ello,  la Comisión Europea (CE) reaccionó con medidas de corto plazo y decisiones de largo plazo. Las medidas de corto plazo han supuesto suspender la adjudicación de 900 millones de derechos de emisión entre 2014 y 2016 hasta enero de 2019. Al finalizar 2016, el exceso de derechos de emisión era de 1.700 millones de toneladas mientras que la demanda total de las empresas europeas es del orden de los 1.750 millones de toneladas. A partir de enero 2019, en lugar de adjudicar en el mercado los 900 millones de derechos acumulados, estos se incorporarán a una Reserva de Estabilidad del Mercado (MSR, por sus siglas en inglés).

Estas medidas y otras forman parte de la cuarta fase del mercado de ETS para cumplir con los objetivos de acción contra el cambio climático y reducir las emisiones de C02 en un 40% para 2030.

El MSR es un mecanismo no discrecional que regula la cantidad de subastas en el mercado europeo del carbono. La base para el funcionamiento del MSR es el excedente del mercado resultante de la estimación oficial  del número total de derechos de emisión en circulación para el año anterior (x-1) que haga la Comisión cada 15 de mayo de cada año (año). El sistema de MSR pretende actuar como un regulador del mercado en la medida que la adjudicación de derechos de emisión es fija mientras que la generación de emisiones es variable:

  • Reglas para la retención de derechos: Si el número publicado de derechos de emisión en circulación supera los 833 millones de toneladas, el 24% de ese monto se retendrá de las subastas programadas desde el 1 de septiembre del año x hasta el 31 de agosto del año x + 1. A partir de 2024 en adelante, la tasa de retiro será del 12%.
  • Reglas para la liberación de derechos: Si el número publicado de derechos de emisión en circulación es inferior a 400 millones de toneladas, se liberarán 100 millones de derechos en las subastas programadas desde el 1 de septiembre del año x hasta el 31 de agosto del año x + 1. Si la cantidad de permisos en la reserva es inferior a 100 Mt, se liberarán todos los permisos.

Se prevé que la puesta en marcha del mercado de ETS en esta cuarta fase implique el drenaje de los excedentes del mercado a razón de un 24 % por año entre 2019 y 2023 y a razón de un 12% anual a partir de ese año, es decir que se activen las reglas de retención. A esta perspectiva de reducción masiva se le une el acuerdo que tuvo lugar entre el Parlamento Europeo y el consejo para fortalecer el sistema aún más a finales de 2017:

  • Se acordó una aceleración en la disminución progresiva de derechos de emisiones de 2% anual en lugar de 1.74%, lo que implica una retirada de 556 millones de derechos. Es decir que a los 900 millones retenidos se les suma 556 millones menos en circulación.
  • Se decidió reducir el número de derechos de emisiones de asignación gratuita por entidad ya que un número considerable de asignaciones gratuitas quedará reservadas para instalaciones nuevas y en crecimiento.

Por último, y no por ello menos importante, recordar que en 2014 la nueva Directiva relativa a los mercados de instrumentos financieros (en adelante MiFID II) trata los derechos de emisiones de C02 como instrumentos financieros, abriendo la puerta a otros agentes en el mercado como los bancos y fondos de inversiones que invierten a medio y largo plazo. Unos nuevos agentes que toman posiciones teniendo en cuenta que la política europea apuesta firmemente por la descarbonización de la economía.

Por ende, los elementos que presionaron el precio de los derechos de emisiones de C02 a un 60% superior respecto al año pasado son: anticipación de una mayor rigidez en el mercado ya que la industria no estará dispuesta a vender, la realización de que el MSR se aproxima y una política vigente segura de fortalecimiento del sistema de ETS; nuevos participantes en el mercado de carbono de la UE y los ‘Headline-trading’ por especuladores relacionados con varios eventos que ya estaban.

Fuente: M-tech

Recapitulando, el precio de derechos de emisiones subió estos pasados meses no solo por la habitual compra estacional de derechos de emisiones que se da en abril para que las empresas aseguren cubrir sus emisiones de C02 respecto al año anterior sino también por:

  1. Una mayor demanda debido a la recuperación de la actividad industrial, y menos venta por parte de la industria de sus derechos de emisiones de C02.
  2. Las novedades regulatorias aprobadas por la UE a finales del año pasado para atajar la sobre-oferta con el MSR.
  3. La mayor compra de ETS por nuevos actores en posiciones a largo plazo que reduce la oferta disponible.

Un precio de derechos de emisiones de C02 alto que repercute directamente en el precio de electricidad diario y a futuro.  Según los ratios de conversión de carbón (0.92 TC02/MWh) y gas (0.28-0.37 TC02/MWh) respectivos y una subida de 15 €/ton podría suponer una aumento en el coste productivo de dichas tecnologías de en torno a 14.4 €/MWh y 5.5 €/MWh. Ya la continua penetración de las renovables ha reducido los márgenes operativos de las plantas de quema de carbón, seguramente forzando a las menos eficientes a desconectarse de la red.

Esperemos que la subida del precio de derechos de emisiones de C02  incentive  un cambio más rápido del carbón al gas o veremos un precio de la electricidad muy elevado en los próximos años.

Marta Merodio | Energy Consultant

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