El pasado viernes, Magnus CMD tuvo la suerte de acudir al Foro Industrial del Gas 2018, organizado por GasIndustrial y que contó con importantes participantes en nuestro mercado gasista, tanto de la parte de los grandes consumidores, como de los organismos legisladores, de control y regulación como CNMC, ENAGAS, MIBGAS y MINETAD. En dicho foro, tuvimos la ocasión de escuchar, alto y claro, las demandas de los grandes consumidores de gas (que podríamos resumir con la necesidad de contar con un precio de gas competitivo con el de su competencia europea), y a modo de respuesta, las medidas que ya están en funcionamiento y las que vendrán para aproximarse a dichas demandas, no tan claras y concisas, pero que nos dan una pista de la hoja de ruta que nos espera para los próximos meses/años.

En las próximas líneas trataré de analizar cómo de lejos nos encontramos de nuestros objetivos y lo que está por llegar en nuestro mercado gasista.

MIBGAS: Un objetivo común.

Si en algo están de acuerdo todas las partes implicadas, es en la necesidad de lograr un mercado ibérico de gas eficaz, transparente, líquido, y que realmente sea de referencia. En este aspecto, nuestro gobierno hizo los deberes y MIBGAS empezó a operar en diciembre de 2015 (más información aquí y aquí). Por desgracia, MIBGAS aún no cuenta la liquidez deseada, alcanzando un volumen negociado del 3,8% de la demanda total nacional en 2017 y 6,8% en lo que va de año (cifra favorecida por un comienzo de año anómalo por la escasez de oferta y que probablemente se vea reducida) y con 70 agentes activos (40 operativos de media).

Gráfico 1: Evolución de la demanda total nacional de gas natural, del volumen de gas negociado en MIBGAS y el porcentaje de dicha demanda cubierto por MIBGAS (2017)

Fuente: MIBGAS

Fuente: MIBGAS

Ésta falta de liquidez se traduce en una débil señal de precio de referencia para nuestro país y la falta de actores en mercado de futuros para la gestión del riesgo. A este respecto, hay que decir que no todo son malas noticias. Nuestro MIBGAS ha alcanzado en 2 años de funcionamiento niveles de madurez no alcanzados por otros mercados hasta los 5 años.

Para conseguir una mayor liquidez de mercado, El pasado 10 de noviembre, el Consejo de Ministros aprobó un acuerdo que establece la obligación de que los operadores dominantes del gas, Gas Natural y Endesa, actúen como creadores de mercado en el Mibgas, lo que les obligará a ofrecer gas en él para lograr alcanzar la deseada liquidez.

Gráfico 2: Comparativa de precio SPOT entre MIBGAS y TTF

Fuente: M-tech

Fuente: M-tech

En la gráfica anterior podemos ver la diferencia en los precios SPOT frente al que es el hub europeo más maduro en la actualidad, el TTF, desde que MIBGAS comenzó a operar en diciembre de 2015. Dichas diferencias en los precios han sido y son aún hoy las que hacen tener recelo a los consumidores y en la mayoría de las ocasiones, optar por indexar sus contratos a hubs más maduros que MIBGAS. El gap en el precio, aunque todavía presente, se ha ido reduciendo con el paso del tiempo.

En cuanto al mercado de derivados, MIBGAS cuenta desde hace muy poco con 3 diferentes y que tendrán que competir para ver cuál acaba siendo el de referencia:

OMIP: registró la primera transacción de contratos futuros de gas natural el 16 de febrero de 2018 y cuenta con productos a plazo con entrega física mensuales trimestrales, semestrales y anuales

MIBGAS DERIVATIVES: inició el martes 2 de abril la negociación de los productos de gas natural a plazo con entrega física mensuales (con vencimiento superior al mes siguiente), trimestrales, semestrales y anuales. Cuenta por el momento con muy pocas operaciones.

MEFF: que comenzó a ofrecer contratos sobre gas natural el 24 de mayo. Los productos que cotizan a futuros en gas natural son con vencimiento semanal, mensual, trimestral, de temporada y anual).

Impuestos y peajes: la confrontación

Así como en el caso del MIBGAS los objetivos parecen claros para todas las partes, no sucede lo mismo con los impuestos y peajes a los que están sujetos los consumidores. Los grandes consumidores de gas consideran que hay que rebajarlos para poder competir con las empresas europeas. Pedro Riaza, Secretario General de ASCER, dijo que una empresa española paga el doble por el gas que una francesa, seis veces más que una alemana y ocho veces más que una italiana por los peajes e impuestos. Otras de las demandas de la industria son la eliminación del Impuesto de Hidrocarburos, la redistribución de los peajes (no consideran justo, por ejemplo, que un consumidor con perfil plano esté en el mismo grupo que una planta de cogeneración) y la aplicación de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que estableció que los combustibles usados para cogeneración no deben soportar impuestos y devolver lo cobrado a las industrias cogeneradoras de energía, afirmado que los industriales no pueden seguir sufragando costes que “poco o nada tienen que ver” con el acceso a las redes de gas.

En la otra cara de la moneda, el gobierno considera que no es posible la reducción de los costes regulados debido a que hay que pagar las infraestructuras, en gran medida infrautilizadas fruto de una previsión errónea de consumo y el auge de otras tecnologías como las renovables.

La interconexión, vital para nuestra isla energética

Otro de los puntos que se consideran fundamentales para lograr que nuestro mercado ibérico sea de referencia para el sur de Europa, es contar con una gran conexión entre España y Portugal con resto de Europa. El principal proyecto que se está llevando a cabo en este orden es el gaseoducto MidCat, que uniría España y Francia a través de Cataluña, del que tuvimos ocasión de hablar en mayor profundidad en nuestro blog, y que ha sufrido complicaciones en los últimos meses.

 

Un informe para la Comisión Europea elaborado por Poyry, una consultora contratada para supervisar la primera fase del proyecto, pone en duda la viabilidad económica del gasoducto. El informe demuestra que el proyecto solo sería económicamente viable si se diera un conjunto de condiciones que expertos creen improbables (como una situación de mercado muy ajustada del Gas Natural Licuado provocada por una caída drástica del suministro de gas desde Argelia). El informe demostraría, por tanto, que no habrá flujo de gas desde España a Francia a través del gasoducto, lo cual podría hacer perder el interés del proyecto por el país galo.

A este respecto, Daniel Navia, secretario de Estado de Energía, ha dicho que “las interconexiones de electricidad y gas con Europa son nuestra prioridad estratégica, pero es un tema difícil porque plantean resistencias, no vamos a decir que no, por eso el papel de la Comisión Europea es fundamental” y añade que “éste es un caso claro donde la Unión Europea debe jugar un papel fundamental entre los estados miembros, puede ser o no ser el mejor proyecto financiero del mundo, pero si la Unión Europea rige sus decisiones solo por objetivos financieros, no llegaremos a ninguna parte”.

Lo que está por venir: “bunkering”

Este mismo sábado, el BOE ha publicado un real decreto que facilita la actividad de ‘bunkering’ (suministro de combustible de barco a barco), de gas natural licuado (GNL) en puertos españoles. Con esta medida, se pretende dar un mayor uso a las infraestructuras de GNL y permitir que los puertos españoles puedan facilitar su suministro para navegación, de tal forma que los buques de todo el mundo pararían en nuestros puertos a recargar GNL, lo que abriría un nuevo negocio para el sector gasista español.

¿Por qué ahora esta medida? Veamos:

El pasado abril, la OMI (Organización Marítima Internacional), adoptó una serie de reglamentos para reducir las emisiones contaminantes, aprobando una serie de medidas obligatorias de eficiencia energética. Estas nuevas normas internacionales, obligan a que antes del año 2020, todo el transporte marítimo deberá cumplir con los requisitos de bajo contenido de azufre, y la única opción viable que lo posibilitaría cumplir esta norma es el uso del gas natural licuado (GNL) como combustible alternativo.

El objetivo perseguido es la reducción en el total de las emisiones de gases de efecto invernadero provocados por el transporte marítimo internacional de al menos el 50% en 2050 (comparado con los niveles de 2008). Recordemos que las emisiones procedentes de los gases de escape de los buques son potencialmente dañinas para la salud y pueden causar lluvia ácida, además de contribuir al calentamiento global. Además, según palabras de María Fernández Pérez, vicepresidenta de la CNMC, el 95% de transporte de mercancías se realiza por vía marítima.

¿Y qué papel juega España en todo esto?

Nuestro país, que cuenta con una posición geográfica privilegiada, podría convertirse en referencia mundial del Bunkering de GNL si juega bien sus cartas. A nuestra buena localización, se suma también una gran infraestructura gasista actualmente infrautilizada, donde las terminales de regasificación de GNL se están adaptando para ofrecer servicios de suministro a media escala. España, además, es el país líder en terminales de carga y descarga de gas licuado en Europa y destino de cerca del 40% del que llega a la Unión Europea a través de sus seis terminales de regasificación.

Y más por venir …

Como comentaba al comienzo del blog, nuestra industria conoce bien sus necesidades y sus demandas son claras. Veamos otras exigencias que pudimos escuchar por parte de los representantes de la gran industria en el Foro Industrial del gas 2018, y que podríamos ver materializarse en el futuro:

  • Facilitar la participación para que los industriales opten con garantías a la compra de forma directa utilizando índices MibGas.
  • Necesidad de creación de un mercado peninsular de GNL.

La partida, en nuestras manos

Nadie duda en la necesidad de que nuestra industria cuente con un gas competitivo. Vital en los procesos productivos de muchos sectores y colocándose en algunos casos como el primer coste en el balance de cuentas (incluso por encima del coste laboral), resulta evidente que sería insostenible competir en un mercado cada vez más global, si no contamos con precios acordes a los de otros países.  No hay que perder de vista, además, que una industria próspera está ligada directamente a creación de empleo y de riqueza.

Parece que voluntad no falta por parte de un gobierno cada vez más consciente de la importancia del papel que juega en el sector energético, y al que hemos visto pasar de una cierta pasividad, a tomar decisiones con multitud de medidas (no siempre acertadas) y anuncios de otras que vendrán.

¿Seremos capaces de alcanzar la competitividad que tanto deseamos? El momento es ahora, juguemos bien nuestras cartas.

Ismael Abordan | Energy Consultant

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