Hoy vamos a hablar de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, aprobados el martes pasado por el Consejo de Ministros. Lo sorprendente es que, con respecto a los PGE del año pasado, nos encontramos con un aumento record del gasto público. Esta ha sido la decisión del Consejo de Ministros, que se ha visto forzado en conllevar todos los esfuerzos en la recuperación de la crisis de la pandemia. Inútil evidenciar que todo esto ha sido posible por la consistente ayuda de la Unión Europea, con su plan de recuperación Next Generation EU, que ve España como uno de los países europeos mas beneficiados.
En este artículo, entraremos en el detalle de la política de transición energética y de cómo el Gobierno plantea invertir los PGE asignados para este sector. El objetivo de transición energética de la UE es muy claro, por lo que el país tendrá que invertir los fondos hacia una política energética de la cual la mama europea podrá ser orgullosa. ¿Lograra España alcanzar estos objetivos?
RECORD DE AYUDAS EUROPEAS HACIA LOS OBJETIVOS DEL PNIEC
Según lo establecido en los PGE, el 21% de los fondos europeos se destinarán a industria y energía para favorecer la transformación del sistema productivo español. Entre los presupuestos nacionales y la aportación de la UE, estamos hablando de un total de 11.935 millones de euros que se destinarán a políticas verdes que permitirán cumplir el objetivo de descarbonización y economía circular. Con respecto a los PGE 2020, registramos un aumento del 141%, ya que veníamos de menos de 5.000 millones de euros. Este año, la parte mayoritaria se debe a los 6.805 millones de euros proporcionados por la UE que, sumados a los recursos nacionales, generan casi unos 12.000 millones de euros de presupuesto para la sección de transición energética.
Recordamos que el 2021 representa justo el año de inicio del Paquete de Invierno, según el cual se empieza un periodo de completa reforma y descarbonización en todos los sectores de los diferentes países europeos. Los objetivos, publicados a lo largo del periodo 2016-2019 con 8 directivas de la Comisión Europea, son muy ambiciosos y fijan un compromiso de transición energética para todos los estados miembros hacia los siguientes targets globales:
- Eficiencia energética: +32,5%
- Energías renovables: +32%
- Reducción de emisiones de GEI: -40% (propuesta actual -60%)
La misma España presentó el año pasado su Plan Nacional Integrado de Energia y Clima (PNIEC), determinando los objetivos específicos del país, con una ministra de la Transición Ecológica, Teresa Ribera, más que determinada en desarrollar la política europea hacia las energías renovables:
EL PLAN DE RECUPERACION “VERDE”
Lo que es cierto es que la intención del Gobierno de alcance de los objetivos de transición energética se ha visto parcialmente comprometida con la llegada del Covid-19. Ya hablamos en anteriores artículos de como muchos proyectos de tecnología renovable se vieron perjudicados en medio de una crisis sanitaria global. Sin embargo, tanto la Asociación Internacional de Energia (IEA) como la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) declaran que las renovables tienen que ser protagonistas en los paquetes de estímulo para reactivar las economías, ya que ofrecen oportunidades para crear empleo y actividad y contribuyen tanto al desarrollo de sistemas energéticos más eficientes como a la reducción de las emisiones.
De hecho, la misma España implementa esta lógica en su plan de recuperación post Covid-19 y los PGE 2021 son el ejemplo flagrante. Según el proyecto de presupuestos, el Gobierno considera que los cuatro pilares del plan de recuperación se basan en la transformación digital, la transición ecológica, la cohesión territorial y social y la necesidad de una agenda feminista.
Fijándonos en el principal interés de este artículo, lo de la transición ecológica, los PGE señalan que esta debe encaminarse a una economía sostenible, focalizada en la preservación del medio ambiente. Herramientas claves serán la promoción del despliegue masivo del parque de generación renovable y de las infraestructuras eléctricas, incluyendo las redes inteligentes y el almacenamiento. Para este punto se establecen financiaciones y préstamos al IDAE a favor de aquellos sujetos interesados en invertir en proyectos renovables.
En concreto, en materia de medio ambiente, durante 2021 se realizarán actuaciones en prevención de la contaminación y el cambio climático, en línea con lo dispuesto por la UE. De hecho, uno de los puntos de los PGE para el próximo año es el aumento del impuesto sobre el diesel, siguiendo las recomendaciones de la UE y la OCDE en materia de fiscalidad medioambiental. Se prevé que el impuesto pase de 30,7 a 34,5 c€/l, con un impacto de 500 millones de euros, según los cálculos del Gobierno.
PGE PARA LA INDUSTRIA ELECTROINTENSIVA
Ya hablamos muchas veces de como la industria electrointensiva se ha visto perjudicada en medio de un cambio radical del sector energético español. Esta vez, parece que el Gobierno le haya guardado espacio en los PGE 2021, considerando este sector como el que mas necesita apoyo para mantener su competitividad.
El objetivo de este programa de ayuda es la compensación por los costes derivados del comercio de derechos de CO2 y las primas a las renovables.
Para este primer punto, para 2021 se han presupuestado 109 millones de euros. El Gobierno ya adopto la decisión de pagar en 2019 la cuantía máxima de compensación por sobrecostes eléctricos derivados de la aplicación del comercio de emisiones de GEI, un máximo autorizado por la Comisión Europea de 300 millones de euros en 2020.
Además, para ayudar a rebajar los costes en su factura eléctrica, se propone una partida de 91 millones de euros a compensar los costes repercutidos en los cargos a la financiación de renovables, cogeneración y costes extrapeninsulares, exactamente el mismo importe que figura en el borrador del Estatuto de Consumidores Electrointensivos.
A todo esto, hay que añadirle los 110 millones de euros presupuestados en el Mecansmo de Recuperación y Resiliencia, totalizando así 320 millones de euros para 2021.
Sin duda este año el país ha tenido que enfrentarse a numerosos desafíos en todos los sectores, causados por un enemigo invisible y de inesperada fortaleza. La recuperación de la crisis del Covid-19 todavía tiene que empezar, pero parece que España no esté sola frente a este reto. Las inmensas ayudas aportadas por la UE dejan abrir un pequeño hueco entre las nubes que nos han ido cubriendo el sol desde hace marzo, pero que a la vez nos han “iluminado” ante la necesidad común de un sector energético mas comprometido en la transición ecológica. Las intenciones parecen buenas y los PGE 2021 son una clara señal de que nos estamos encaminando hacia una recuperación verde. Sera la UE finalmente satisfecha de su hija española?
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