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Los dinamismos en los mercados de energía reflejan día a día su complejidad. En los mercados europeos los retos son mayúsculos al ser una región altamente dependiente de otras contra las que compite. Bajo esta premisa, la EU trabaja desde hace años en el desarrollo de un modelo que asegure los tres pilares:
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- Seguridad de Suministro en toda el área de la UE
- Competitividad en los precios
- Sostenibilidad medioambiental
- La coyuntura europea obliga a liderar el desarrollo de fuentes de energía renovable y establecer una economía sostenible y de bajo impacto en su huella de carbono para así disminuir este alto nivel de dependencia. Para ello cada uno de los países que componen la UE han establecido políticas propias de desarrollo y estamos afrontando los retos propios de la integración de la creciente producción renovable en el mercado.
Así pues, los pasos han sido claros: La integración a un Mercado Interior de la Energía, el liderazgo en la integración de las fuentes de energía renovable y los grandes esfuerzos por hacer más eficiente y racional nuestro consumo energético a través de las políticas de eficiencia energética.
En lo específico, en el caso del mercado mayorista de electricidad se ha implantado un único mecanismo de casación en el mercado diario donde la diferencia de precios entre zonas solo se justifique cuando haya congestiones en las capacidades de interconexión entre las mismas. Sin embargo, todavía se observan importantes diferencias de precios entre los distintos mercados nacionales de Europa.
Por lo que se refiere al mercado mayorista de gas, el modelo objetivo está basado en la creación de hubs con liquidez y transparencia en la negociación diaria interconectados y con una convergencia de precios progresiva a medida que se desarrollen las capacidades de interconexión necesarias. Sin embargo, el nivel de desarrollo de estos hubs es todavía incipiente.
En relación con los mercados minoristas, a día de hoy, tanto en el caso del gas como en el de la electricidad permanecen cerrados a la competencia desde el exterior y dominados por empresas locales. El hecho de que en la mayoría de los Estados miembros existan precios finales regulados en ambos mercados no favorece la salida de esta situación. Sin embargo, los reguladores deben asegurar que la liberalización de precios vaya acompañada de niveles efectivos de competencia.
¿De dónde venimos?
Han sido casi 20 años en los que hemos estado haciendo importantes pasos, de un modelo verticalmente integrado que sostuvo nuestros sistemas durante los 100 años anteriores, a un proyecto de mercado único.
![02-market-integration-process-in-eu](https://magnuscmdblog.files.wordpress.com/2016/07/02-market-integration-process-in-eu.jpg?w=720)
Market integration process in the EU
Se ha llegado al acoplamiento de los mercados con la implantación del Tercer Paquete Legislativo de la Energía. Con ello se han armonizado las reglas de mercados y sus redes entre los 27 países participantes. Se ha reforzado la competitividad con la entrada de numerosos nuevos participantes. Seguimos afrontando proyectos de desarrollo en infraestructuras. La entrada en mercado libre y la asignación de entidades de control a fortalecido los derechos de los consumidores.
A pesar de ello, la Unión Europea no cuenta con una política energética común; es más, en los Tratados se entiende que los aspectos relacionados con las condiciones de explotación de los recursos naturales, la elección de fuentes de suministro y la estructura general de abastecimiento (mix energético) son competencia exclusiva de cada Estado miembro.
¿Principales retos tenemos por delante?
Sin embargo, a pesar de lo ya andado, afrontamos los retos más importantes y complicados. La integración de la cada vez mayor aportación de las renovables, la participación de la demanda y sobre cómo seguir incentivando la inversión en un entorno de precios a la baja suponen retos que, a día de hoy, suscitan más incógnitas que certezas.
La Integración de las renovables: Seguimos sin tener claro cuál va a ser el modelo de integración en los mercados y sobre todo el modo en que se va a financiar. Lo que es seguro es que la inversión debe estar guiada por el mercado y no por precios regulados. Las ayudas deben completar al mercado, no sustituirlo. Los expertos aconsejan abandonar el modelo de Feed-in-tariffs e ir a el modelo feed-in-premiums.
El Incentivo a la inversión: Hasta la fecha cada país ha afrontado este capítulo de manera individual y ello nos ha llevado a políticas energéticas diferentes en un marco de integración común. No siempre afrontados con métodos de cálculo adecuados por lo que provocaban señales de precio distorsionados (CAP’s). Se insiste sobre la necesidad de establecer mecanismos de inversión de mercado incluyendo tanto las interconexiones internacionales como la gestión activa de la demanda.
La Incorporación activa de la demanda: La comisión apoya el despliegue de los sistemas inteligentes de medida y control, así como la introducción de aplicaciones de Eficiencia Energética. El objetivo es estimular al consumidor para que participe en el mercado. Para ello es preciso que se eliminen tarifas y que el consumidor pague en base a precios de mercado y no a perfiles de consumo.
Falta un plan de transición energético: de no hacer nada, crearemos un mercado más robusto y más competitivo, pero seguiremos teniendo una gran dependencia de combustibles fósiles y por lo tanto de las históricas regiones de extracción.
Por todo lo anteriormente expuesto, ¿es viable el modelo planteado?
En términos de mercado los diferentes apaíses participantes deberán armonizar sus regulaciones y bases impositivas, muchas veces en contra de sus intereses locales. Para el correcto funcionamiento, el mercado libre no debe tener límites en los precios, ni sufrir la intervención estatal. Ello pone en peligro el actual Mercado único de la Energía, ¿los estados miembros serán capaces de ceder en su autonomía?
El actual régimen de comercio de derechos de emisión sigue siendo un fracaso y no consigue su objetivo a pesar de las constantes revisiones. Además, seguimos estableciendo esquemas retributivos para el fomento de las renovables sin coordinarlos con los objetivos del ETS. ¿Europa será capaz de asumir el sobrecoste de descabornización en un entorno de competitividad global?
A todo ello aumentan las preocupaciones sobre como adecuar las crecientes fuentes de generación y las dificultades que afrontarán los operadores de sistema. Las empresas han abandonado hace tiempo la posición reactiva ante la demanda. Sus procesos y sistemas han evolucionado para responder a las necesidades de un sistema más exigente. Con todo, el escenario objetivo de la UE exigirá un modelo de operación mucho más complejo ¿la generación distribuida pondrá en riesgo la seguridad de los mercados?
Esa complejidad promoverá la participación activa de la demanda y se desarrollarán nuevas tecnologías para la gestión de las redes. Se fomentarán los intercambios de servicios de seguridad de red entre sistemas vecinos. Ello abrirá un nuevo campo en la era de la Digitalización en ámbito energético.
El futuro sigue siendo incierto, más cuando UK ha dado un paso importante contra el proyecto de un mercado común europeo, alejando todavía más la posibilidad de responder a tantas incertidumbres.
Alejandro de Roca | Operations Director
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