Esta es una de estas semanas en la que tenía la agenda cuadrada y, entre otras actividades, estaba listo para publicar un Blog sobre la realidad de los proyectos con Hidrogeno y el mercado energético (preparado con esmero y mucha antelación).

Sin embargo, el pánico se ha apoderado de los medios y mercados. Mi agenda ha saltado por los aires y creo que sería más útil hablar sobre la situación en la que nos encontramos.

Dicho esto, hago un alto en la parte más psicológica de los que seguimos los mercados. Ya hemos hablado innumerables veces sobre la impredecibilidad de los mercados. No voy a repetirme. Sin embargo, quiero poner en relieve el hecho de que las decisiones que tomamos están basadas en gran medida por nuestra capacidad de ser fieles a las estrategias y contener nuestra parte más emocional.

Para un comprador que toma decisiones en mercados, las consignas son claras; compra cuando el precio caiga y vende cuando el precio suba (sería lo opuesto para un vendedor). En base a esto, el ciclo emocional que un comprador tiene que afrontar es el siguiente:

El comprador tiene que saber tomar decisiones en momentos de mercados en caída, momentos en mercados en subida, momentos en mercados planos, a corto, medio y largo plazo…ello implica tener que lidiar con los sentimientos del gráfico adjunto.

En los últimos 5 años hemos pasado momentos de euforia y momentos de desaliento, por motivos varios. Ahora mismo, parece que el mercado ha roto todos los soportes técnicos y ha caído a valores mínimos:

Petróleo por debajo de los 35$/bbl, el gas referencia europea TTF (Cal Y+1) por rozando los 13 €/MWh.

Fuente: MTech

El precio del carbón se aleja todavía más de los 60 $/ton y el mercado ETS EUA de derechos de emisión se hunde a valores de 23,5€/ton. Todo ello lleva a los mercados eléctricos europeos a valores interesantes para un comprador.

Fuente: MTech

¿Cuáles son los motivos?

Hay muchos resúmenes en los medios sobre los motivos que están llevando a los mercados a estos valores. Los resumiré:

  • Estamos en un escenario macro de desaceleración globalizada que ha llevado a la continua revisión a la baja de los niveles de consumo.
  • Los mercados financieros intentan evitar la palabra “recesión” pero están recuperando las políticas de estímulo que habían decidido retirar.
  • El Coronavirus está creando pánico generalizado. Estamos a un paso de declararla una pandemia. Sus consecuencias (más allá del número de infectados y fallecidos) es el bloqueo de una economía globalizada. Se reducen los viajes, se restringen las visitas y reuniones, se restringen los movimientos.
  • Guerra abierta en el mercado del petróleo: Arabia Saudí bajó el precio oficial del crudo y amenaza en aumentar la producción a niveles récord. Mientras el productor más grande de Rusia anunció que aumentará la producción el mes que viene. La Agencia Internacional de la energía alerta que la demanda de crudo va a caer este año por primera vez desde la crisis financiera. Ante este escenario de precios el shale oil de EEUU es el menos beneficiado y podría erosionar su liderazgo de producción.
  • El precio del gas cayó debido a la brutal caída del precio del crudo, la mayor vivida desde 1991. Ya llevamos un período de sobreoferta de GNL y que ha coincidido con un período invernal muy suave. Tan suave que no ha logrado mermar las reservas e iniciamos la “injection season” sin grandes requerimientos y con gran cantidad de Gas en los mercados.
  • El mercado del CO2 está todavía digiriendo el efecto Brexit, que, aunque ordenado sigue conteniendo las subidas.
  • Las instalaciones renovables (eólica y fotovoltaica) están alcanzando valores récord de producción gracias a la meteorología favorable.

Sin embargo ¿Qué es lo que debo hacer?

Si nos hubieran hecho esta pregunta en 2016, cuando los mercados se hundieron, la respuesta era clara. Los compradores tenían que cerrar posiciones a largo para aprovechar la coyuntura de precios.

Pero no estamos en 2016 y la situación ha cambiado sustancialmente. El comprador ya hace tiempo que está decidiendo (si no lo ha hecho ya) si forma parte de esta transición energética en la que nos hemos embarcado todos. Eso nos lleva a la puesta en marcha de inversiones en instalaciones de Generación, Autoconsumo, PPA’s… y el rol que hasta la fecha era de Consumidor, pasa a ser el de productor también. Por lo tanto, el escenario de precios bajos pone en dificultad a las empresas.

Así pues, lo que hasta ahora era un escenario beneficioso, pasa a ser un escenario de riesgo. ¿Qué sucede ahora con el PPA que firmamos o estamos a punto de firmar?

Con este escenario de precios de energía el retorno de inversión de las instalaciones de autoconsumo se me dispara.

Ya hemos visto algunas opiniones diciendo “…ya decía yo que un PPA era mucho riesgo…”, “…el coste de auto consumir es demasiado elevado…”. Pero seamos justos, esta situación de mercado es coyuntural y pensar que se va a mantener es mucho suponer. Un PPA responde a una estrategia, como lo es el autoconsumo y no debe medirse por una foto de mercado sino por un horizonte temporal razonable.

¿Son sostenibles estos niveles de mercado?

La respuesta es NO.

Si, sé que es algo osado ser tan absoluto. Pero tengamos en cuenta que las políticas energéticas, las inversiones y la sostenibilidad de modelos de negocio del sector requieren señales de precio sólidas.

Mantener este nivel de precios supondría un cambio de paradigma a nivel mundial. La industria del petróleo se reconfiguraría. Hay una guerra de precios que podría darse a partir del 1 de abril en la que todos los miembros (de la OPEP) podrían bombear lo que ellos quisieran. ¿Cuál es el mayor problema? Que muy pocos productores son rentables a un nivel de precios de 30 dólares por barril.

Las políticas de transición energética, a falta de un mercado saludable, requerirían de un mayor soporte por parte de los gobiernos a través de estímulos (primas, subsidios, etc.…). Nada hace presagiar que la coyunturalita de los fundamentales que han llevado a esta situación de mercado se perpetúen. España, para conseguir los objetivos de descarbonización para el 2030 deberá instalar anualmente del orden de 3.000 a 5.000MW al año. Eso supone una gran inversión y debe apoyarse, sea en un mercado con precios sólidos, sea con un esquema de estímulos regulados.

Los mercados seguirán sufriendo vaivenes, subiendo y bajando. No tendremos que acostumbrar a una mayor volatilidad, pero es “parte del juego”. La pregunta que nos debemos hacer es ¿Cuándo va a durar?

En resumen…

Ya hemos vivido en el pasado situaciones parecidas. Si tomamos como referencia el mercado del petróleo podemos recordar hitos importantes:

Fuente: Reuters

Y no debemos desviar nuestra atención del medio largo plazo. Las empresas deben saber extraerse de la coyunturalidad y entender los riesgos.

  • En las compras, aprovechar los bajos precios y tener clara la estrategia de mercados subiendo (el escenario 2016-2018 podría repetirse).
  • En la firma de PPA’s buscar el mejor producto en cada momento y no exponer todo el volumen.
  • En Autoconsumo, tener visión a largo en la transición del modelo.

En definitiva, desde Magnus siempre ayudamos a nuestros clientes a posicionarse en las estrategias de medio largo plazo, sin olvidar los riesgos y oportunidades del corto.

¿Qué decisiones habéis tomado o vais a tomar?

Alejandro De Roca | Energy Consultant

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