El 20 de enero de 2017 se instauró en la Casa Blanca, el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América, el republicano Donald John Trump. Tras diecisiete meses de campaña, el magnate neoyorquino consiguió ascender a la presidencia americana con 304 votos electorales y el 46,09% de los votos de la ciudadanía.

En sus primeros 365 días como presidente, Trump ha dado mucho que hablar en cuanto a su forma de promulgar sus opiniones y el carácter de sus decisiones. Desde la creación de conflictos en redes sociales (aplicación de su política-espectáculo), la rotura del acuerdo comercial entre EEUU y UE o hasta la salida del Acuerdo de París.

La campaña electoral que le llevó a la Casa Blanca está basada en 280 promesas, distribuidas en ámbitos económicos, comerciales, sanitarios y energéticos, entre los más importantes. De entre todas ellas, alrededor de medio centenar quedaron reflejadas en un “Contrato con el votante”.

Distribución de promesas de Trump hacia los votantes americanos | Fuente: Donald J Trump’s web

Trump y energía

En este ámbito, Trump fue contundente en el cumplimiento de dos promesas, pero lo suficientemente trascendentes como para generar polémica y no pasar por inadvertidas para el resto del planeta.

Abolición de las restricciones para la extensión de combustible en EEUU. “Aboliré las restricciones para la extracción de combustibles en EEUU, que están destruyendo puestos de trabajo por un valor total de 50 billones de dólares, incluidos los esquistos, el crudo, el gas natural y el carbón enriquecido.”

Dicha promesa se encuentra en proceso, pero en un año como presidente ya ha tenido tiempo suficiente como para firmar un decreto de ley en el que abolió las medidas introducidas por Barack Obama, en contra del cambio climático. Tal resolución permite la extracción de petróleo y gas por medio del fracking.

Su ideología permisiva ante este tipo de acciones ha tenido repercusiones, no sólo climáticas, sino también en el precio del petróleo. A través del último informe de la EIA (Energy Information Administration), del pasado 18 de enero se pronosticó un incremento del 10% en la cuota de producción estadounidense para 2018, donde se espera que alcance los 10,8 mbpd.

Previsión de producción de petróleo en EEUU hasta 2019 (MMBD) | Fuente: EIA

De hecho, según los datos oficiales de la EIA relacionados con el mes de noviembre, la primera economía mundial produjo a niveles de 10,038 millones de barriles diarios, cuotas de producción no vistas desde hacía casi 50 años. Es obvio que el ascenso de EEUU en el ranking de mayores productores de crudo se está viendo favorecido por los recortes vigentes que mantienen la OPEP y otros países fuera de esta organización, como Rusia, y que, a su vez, podrían tener previsto prolongarlo hasta finales de este año, pero bien es cierto que ahora mismo, EEUU está siendo uno de los principales players que puede frenar una escalada mayor en el precio del petróleo.

En cuanto al carbón, sigue poniendo su empeño en compensar a los estados que favorecieron su proclamación como ganador de las pasadas elecciones. Por ello, el secretario de Energía de EEUU, Rick Perry, diseñó un nuevo plan estratégico que fue presentado en la FERC (Federal Energy Regulatory Commission) en el que se solicitó la evaluación de un plan destinado a dar subsidios a las plantas nucleares y a la industria del carbón, con tal de mejorar la red eléctrica y volverla más eficiente. Dichos subsidios serían aplicados a plantas nucleares y de carbón con la capacidad de suministro para producir energía durante 90 días.

Finalmente, la FERC rechazó de forma unánime la propuesta de Gobierto de Trump argumentando que subvencionar el carbón y la energía nuclear no tendría un resultado «justo y razonable», a la vez que no está demostrado que vaya a mejorar la eficacia de la red eléctrica.

Realización de megaproyectos energéticos. “Anularé las restricciones impuestas por la Administración ObamaClinton y permitiré relanzar los proyectos energéticos de infraestructuras, como el oleoducto Keystone.”

Este último fue pausado en el gobierno de Obama, después de que los ambientalistas hiciesen campaña en contra del mismo durante más de siete años. La promesa de hacer megaproyectos energéticos podemos darla por cumplida, después de que el pasado 24 de enero de 2017 firmase los decretos para la reanudación de la actividad de los oleoductos Dakota Acces y Keystone XL.

El prisma «ecológico» de Trump

En este ámbito, Trump sólo hizo una única promesa, la cual cumplió a los seis meses de mandato, pero a su vez, fue la decisión que más trascendencia internacional tuvo dentro de las diferentes áreas estudiadas.

 Anulación en la asignación de tramos para que la ONU pueda combatir el cambio climático. “Anularé los pagos multimillonarios destinados a los programas de la ONU sobre la lucha contra el cambio climático e invertiré esos recursos en la renovación de la infraestructura del suministro de agua potable y la protección del medio ambiente en EEUU.”

Como ya prometió, el pasado 1 de junio de 2017 Donald Trump anunció la retirada de EEUU del Acuerdo de París en la lucha contra el cambio climático. Trump siempre había dejado muy claro su posicionamiento de no creencia hacia todo lo referenciado con el cambio climático y el impacto negativo que genera este acuerdo para EEUU, ya que puede provocar pérdidas de puestos de trabajo, cierre de fábricas y la reducción de la producción económica.

Tweets realizados por Trump sobre el calentamiento global | Fuente: Twitter

De todos modos, parece ser que esta promesa se puede ver corregida, dado que Trump ha afirmado actualmente en diversos medios de comunicación, que volvería a entrar en tal acuerdo si se dan unas “condiciones justas” para el país americano.

Buena suerte, Trump

Todavía le restan tres años más de mandato al neoyorquino, y un centenar de promesas por cumplir, pero todas ellas basadas en cinco pilares que ayudarán a la creación de empleo y riqueza:

  1. Reducción de impuestos para fomentar el crecimiento económico.
  2. Creación de políticas comerciales siendo EEUU el principal ganador.
  3. Liberación del potencial de los sectores energéticos.
  4. Marco regulatorio moderno, liberando el peso de la regulación y de la burocracia.
  5. Reducción del gasto al 1% anual, excepto en Defensa y Seguridad.

Al margen de sus bases políticas, con Trump al frente se ha visto como la divisa americana ha perdido terreno ante un euro fortalecido, y desde su entrada en la Casa Blanca, el dólar ha caído un 12% comparándolo con los índices de paridad actuales (1,227 $USD/€).

Evolución de la paridad EUR/USD | Fuente: M·Tech

Tal suceso ha ayudado, entre otros motivos, a presionar al alza el precio del petróleo durante el último trimestre de 2017. Sólo la política expansiva y de explotación de recursos propios en EEUU (shale oil), ha contrarrestado el efecto alcista en el precio del crudo, derivado del acuerdo de recorte en la producción de los países de la OPEP y otros, como Rusia, que tienen como principal objetivo reducir el exceso de oferta de petróleo en el mercado.

De todo ello se obtiene una conclusión clara y rápida, y es que con Trump al frente, se puede esperar cualquier decisión o política con efectos en los diferentes mercados energéticos… Más nos vale estar atentos.

Adrián Gil | Energy Consultant

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