El concepto de liquidez es de uso frecuente en el ámbito de los mercados financieros. Un adecuado nivel de liquidez es fundamental para decidir participar o no en la compra-venta de un producto. Los mercados energéticos también requieren de un nivel de liquidez óptimo para un correcto funcionamiento y poder así obtener una referencia fiable en el precio de la commodity (energía eléctrica o molécula de gas) que se esté negociando. Pero, ¿Qué entendemos por liquidez?, ¿Cómo se puede medir? y ¿Qué efecto tiene en los mercados energéticos? En este nuevo blog queremos dar respuesta a estas preguntas.

La importancia de la liquidez en los mercados energéticos

La liquidez puede ser definida como la capacidad de poder vender o comprar un gran volumen de productos (como la electricidad o el gas) de una forma rápida y efectiva, sin que exista un cambio importante en su precio y sin incurrir en costes de transacción significativos. Un elevado grado de liquidez, por tanto, será la mejor evidencia de solidez en un mercado donde se realice transacciones. A su vez, un buen nivel de liquidez implicará que los precios de los productos reflejen mejor los cambios en los fundamentales de oferta y demanda. Así, con una referencia robusta de precio, las decisiones serán eficientes respecto al consumo de electricidad o gas y, además, se enviará una señal correcta de cara a desarrollar inversiones (capacidad de producción, capacidad de transporte, de almacenamiento, etc.). Además, un mercado líquido se caracterizará por la participación de un gran número de compradores y vendedores (agentes de mercado) quienes tendrán voluntad de negociar en todo momento.

De esta manera se creará un ámbito idóneo para la participación de todo tipo de compañías, incluyendo empresas independientes, de forma que estas puedan competir en igualdad de condiciones con empresas verticalmente integradas. Por el contrario, la falta de liquidez actuará como una barrera de entrada en los mercados.

Por tanto, un mercado dotado con elevados niveles liquidez se presenta como un requisito fundamental para el nivel de competencia y efectividad en los mercados energéticos mayoristas. Pero, ¿cómo podemos medirla?

Uno de los principales indicadores para poder conocer si un mercado es líquido o no es el volumen de transacciones que en él se puedan realizar: a mayor volumen de negociación de un producto, mayor nivel de liquidez en el mercado.

Además del volumen de transacciones, el mercado debe ser capaz de absorberlo sin afectar significativamente al precio del producto objeto de la transacción. En este sentido, un ratio comúnmente utilizado y de gran importancia en el análisis de medición del grado de liquidez es el llamado churn rate. Este ratio se define como el cociente entre el volumen negociado y la demanda física. El churn rate mide la frecuencia con la que el producto (molécula de gas o electricidad) es negociado; así, un elevado ratio significará un buen nivel de liquidez en el mercado. Más adelante veremos cuál es el umbral que puede determinar un grado óptimo de liquidez.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es el comportamiento de los costes de transacción que hay en el mercado. Para ello se analiza el llamado bid-ask spread, u horquilla, que es la diferencia entre el precio máximo al que el mercado quiere comprar (ask) y el precio mínimo al que el mercado quiere vender (bid). Un spread estrecho disminuye los costes de transacción e incrementa la certeza sobre el nivel de precios que se alcanzará. Por tanto, a menor spread, mayor liquidez en el mercado.

Por último, el tiempo de las transacciones realizadas también es útil para medir el nivel de liquidez en cualquier mercado. Un gran número de transacciones realizadas en un tiempo determinado da una idea de la rapidez con la que una compra o venta de un producto puede ser realizada en cualquier momento.

Situación de la liquidez en los mercados energéticos europeos

Además de saber qué es la liquidez y cómo podemos medirla, es importante conocer la situación en los mercados energéticos a nivel europeo.

Mercado de Gas

Como ya hemos comentando en anteriores blogs, en Europa existen diversos hubs gasistas. Sin embargo, no todos cumplen con las mismas características de madurez de mercado. El hub que ha conseguido ser la referencia dentro de Europa ha sido el National Balance Point (NBP). De hecho el hub de Reino Unido es el único mercado spot considerado como verdaderamente líquido y su volumen negociado representa aproximadamente el 70% del total de transacciones en el continente. A este hub le sigue el Title Transfer Facility (TTF) holandés. Son estos dos mercados los que cuentan con un mayor grado de liquidez. Por otro lado, se puede considerar que los hubs alemanes (NCG y GPL), el Zeebrugge Trading Point (ZTP/ZEE) de Bélgica y el localizado en el norte de Francia (PEG Nord) poseen un nivel medio de liquidez, mientras que el hub de la zona sur de Francia (TRS) o para el caso del hub italiano (PSV), el nivel es más bajo. A estos les siguen mercados que están en proceso de ponerse en marcha o los que ya han iniciado su funcionamiento como el español Mibgas, que de momento y como es lógico cuenta con un nivel escaso de liquidez.

Como se ha mencionado anteriormente, uno de los principales indicadores para medir la liquidez en un mercado es el volumen de negociación que este tenga. Este hecho nos dará información acerca del éxito o fracaso en su desarrollo. Como se puede observar en la tabla 1, en términos de volumen negociado, el NBP es casi un 50% mayor al segundo, el TTF. Por su parte, el TTF supera en casi 3 veces el volumen del conjunto de hubs que les sigue. Por tanto, al tener en cuenta este criterio, existen en Europa dos hubs que lideran con un amplio margen.

Traded volume on European Gas Hubs | European Comission

Otro elemento clave a la hora de determinar la liquidez de un mercado es la participación activa de agentes financieros que se encuentran negociando en él. Aunque resulta complejo determinar quiénes pueden ser considerados participantes activos, ya que la información no siempre es pública, se puede considerar un agente activo aquel que mejorará el nivel de liquidez, la competencia en la negociación y que generalmente crea un bid-ask spread “ajustado”. También bajo este criterio, tanto el NBP como el TTF muestran el mayor número de agentes activos.

Finalmente, y como ya se ha mencionado, otro de los criterios importantes para medir el nivel de liquidez es el denominado churn rate. De alguna manera esta herramienta recoge los anteriores criterios, ya que si existen muchos participantes negociando constantemente muchos productos por un gran volumen, el churn rate será elevado. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se puede considerar como líquido a un hub cuando el churn rate haya alcanzado un valor igual o superior a 10. De hecho, muchos agentes toman dicho valor como referencia para determinar si participar o no en el mercado. Como se puede observar, los dos únicos que superan este valor, de forma holgada, son el NBP y el TTF.

Summary of European Hubs main characteristics (2014| Oxford Institue for Energy Studies)

Mercado de electricidad

En el caso de los mercados mayorista de electricidad, el mercado alemán, junto al británico o los que funcionan en los países nórdicos, son los que presentan el mayor grado de competencia y solidez. El mercado que corresponde al área Alemania-Austria  continúa liderando el volumen de transacciones en los mercados a plazo. Según el último informe elaborado por la Comisión Europea, en este mercado se realizaron más de la mitad de las transacciones Over the Counter (OTC) el año pasado (58%). En segundo lugar se encuentra el mercado francés, que ha superado recientemente al británico y se presenta como uno de los mercados que mas ha crecido en este sentido dentro de Europa en los últimos años. Una de las razones de este crecimiento se debe a una mayor disponibilidad de generación nuclear, que puede ser negociada en el mercado.

Por otro lado, una de las características que se pueden observar a nivel de liquidez en los mercados europeos, es el incremento en el volumen negociado de contratos a corto plazo debido al incremento de la intermitente capacidad renovable, presente en mucho países europeos como consecuencia de la voluntad de cumplir los objetivos de cara a 2020. Evidentemente, esto se cumple para aquellos países cuyas tecnologías de generación con fuentes renovables estén apoyadas exclusivamente con mecanismo de mercado. De hecho y debido a este factor en el uso de energías renovables, para el caso de España, los contratos con mayor volumen en 2014 y 2015 han sido los que han negociado producto con vencimiento Month-Ahead yQuarterly-Ahead. 

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Traded Volume in Spanish Forward Market | ICIS

Otro de los factores que ayuda a tener un elevado grado de liquidez son las interconexiones, puestas en marcha de manera exitosa a lo largo de toda Europa, pero que, sin embargo, en España se hace más complicado. De hecho, una de las razones que continuamente se citan para explicar la falta de liquidez en los mercados mayoristas de España es la demora en la puesta en marcha de la interconexión con Francia, pospuesta por problemas técnicos desde el lado de la península ibérica.

Por último, si observamos los churn rates más recientes de los mercados europeos también podemos apreciar que es el mercado a plazo alemán el que obtiene el valor más elevado.

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Volume traded in the main European forward markets, Q1-2015 | European Comission

 

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Churn rates in main wholesale electricity markets | European Comission

En resumen, la liquidez es una herramienta clave a la hora de medir efectividad y nivel de competencia en los mercados energéticos.

La progresiva unificación entre mercados europeos con el objetivo final de cumplir con el mercado único y las ampliaciones de productos en cartera que ofrecen los mercados futuros sin duda ayudará en los próximos años a que los mercados muestren mayores niveles liquidez. Ejemplo de esto último lo tenemos en la reciente incorporación de productos futuros alemanes y franceses en el mercado ibérico a plazo de electricidad OMIP, donde cotizan desde el día 13 de mayo.

Por otro lado, en el medio plazo el mercado europeo gasista será testigo de la entrada de nuevos flujos de gas natural, principalmente desde Estados Unidos a través de buques cargados de GNL. Con este hecho veremos cambios en la dinámica del mercado: mayor competencia y mayor liquidez. El mayor grado de liquidez hará que la formación de precios en los hubs responda de mejor manera a la demanda, sobre todo en el corto plazo. 

Enrique Battistini | Energy Consultant

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