Casi ha finalizado el 2020 y la Unión Europea parece que alcanzará los objetivos de reducción de emisiones, pero los objetivos 2030 muy probablemente serán incrementados. Con ello se está incrementando la volatilidad del mercado de derechos de emisión, pero ¿Está sustentado realmente el incremento de precios?

Recordemos los objetivos de la UE

El paquete de medidas sobre energía y clima establecidas por los dirigentes de la UE en 2007 e incorporadas a la legislación en 2009 establece como objetivos principales:

  • 20%de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (en relación con los niveles de 1990).
  • 20% de energías renovables en la UE.
  • 20% de mejora de la eficiencia energética.

Todos los países de la UE también deben alcanzar una cuota del 10% de energía renovable en su sector de transporte.

Objetivos clave para 2030:

  • al menos un 40% de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (con respecto a 1990)
  • al menos un 32% de cuota de energías renovables
  • al menos un 32,5% de mejora de la eficiencia energética

¿En qué situación nos encontramos en cuanto a reducción de emisiones?

Con este tratado la Unión Europea intenta estar a la cabeza de las economías sostenibles y de la transición como tal.

Fuente: Statistical pocketbook 2020, UE

Según el último informe la UE publicado el pasado 9 de septiembre ”statistical pocketbook 2020“  la Unión Europea si conseguirá la reducción del 20% para el 2020, aunque esta consecución es dispar entre países.

El grafico anterior muestra como los objetivos de reducción de emisiones para el 2020 están ya prácticamente cumplidos, es por ello que el foco de atención es el 2030. Para el año 2030 el objetivo hasta ahora era de reducir las emisiones de efecto invernadero en un 40% en relación con los niveles de 1990, y este objetivo es mucho más ambicioso que el de 2020.

Si seguimos con los planes a 2050, el objetivo a largo plazo, en un principio era conseguir una economía baja en carbono, sin embargo, ahora está más enfocado a liderar la neutralidad climática.

Fuente: Agencia Europea de Medioambiente

¿Qué desvelan los planes de transición a 2030?

Los objetivos a nivel UE se suelen transformar en otros más ambiciosos a nivel nacional, de esta forma los estados miembros suelen hacer políticas más agresivas en la lucha contra el cambio climático, pero esto no sucede en todos los países.

El último informe de Climate Action Network (CAN) Europe (la principal coalición de ONG europeas que lucha contra el peligroso cambio climático) muestra que corremos el riesgo de caer en una transición injusta donde existe riesgo de recompensar rezagados climáticos a expensas de los países con planes ambiciosos y comprometidos con el acuerdo de  París.

En concreto hay 7 países que seguirán produciendo con carbón en el 2030 y no es de extrañar, al final partimos de una descarbonización con reducciones sobre los niveles de 1990, donde los países del antiguo telón de acero traían una industria obsoleta altamente contaminante.

El fondo de transición justa, que pertenece a los pilares de Next Generation de la UE, está dotado de 40.000 millones de euros, según este informe casi dos tercios del Fondo se destinarán a estos 7 países que no tienen previsto terminar con el carbón antes del 2030 (principalmente a Polonia y Alemania).

El nuevo acuerdo europeo: incrementar la reducción de emisiones de los objetivos del 2030 a un 55%

Aún estamos lejos del 2030 y preguntarnos si los objetivos son fácilmente alcanzables es complicado, aun así, la Unión Europea pretende endurecer sus objetivos a 2030. La Comisión Europea probablemente aprobará finalmente a principio de octubre aumentar el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a un 55%.

Esta reducción es un poco ambigua  ya que según Climate Action Network (CAN) Europe  se espera que la Comisión en su propuesta cambie los sectores cubiertos por este objetivo. El actual objetivo del 2030 no abarca las emisiones de todos los sectores; no se incluyen las emisiones del transporte marítimo internacional ni las absorciones derivadas del uso de la tierra y la silvicultura (LULOCF), según este organismo las absorciones del LULOCF reducirían el objetivo del 55% al 49% ceteris paribus. Por tanto, lo que viene a decir la principal coalición de ONG de lucha contra el cambio climático es que, el 55% y el 40% no son comparables puesto que partirían de puntos de referencia distintos.

Aun así, los precios de la EUA se dispararon el 10 de septiembre cuando la comisión de medio ambiente del Parlamento Europeo votó a favor del objetivo de reducción de las emisiones de la UE para 2030 en un 55%, aunque se llevaba trabajando desde marzo en el incremento de este objetivo y no era ninguna sorpresa. La presidenta de la comisión ha reconocido que ese objetivo es demasiado para unos e insuficiente para otros. Una vez aprobado por la Comisión el siguiente paso es ser negociado entre el Parlamento y el Consejo de la UE.

Fuente: MTech

El anterior gráfico muestra como el precio del contrato de derechos de emisión de diciembre 20 se dispararon el pasado 10 de septiembre.

La hoja de ruta quedó recogida en el Anexo de la Comunicación relativa al Pacto Verde Europeo de la comisión europea del 11/12/2019 y establece que:

  • Para Marzo de 2020: esté lista la propuesta de una «Ley del Clima» Europea que consagre el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050.
  • Para verano de 2020: el Plan integral para elevar el objetivo climático de la UE para 2030 al 50 %, como mínimo, y hacia el 55 % de manera responsable.

Habrá que esperar a Junio de 2021 para las siguientes propuestas : propuestas de revisión de las medidas legislativas pertinentes para cumplir la mayor ambición climática, seguidas de la revisión de la Directiva sobre el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, el Reglamento de reparto del esfuerzo, el Reglamento sobre el uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura, la Directiva relativa a la eficiencia energética, la Directiva sobre energías renovables y las normas de comportamiento en materia de emisiones de CO2 para turismos y furgonetas.

Sin embargo, ¿Qué posibles cambios del sistema EU ETS podrían proponerse?

La primera de las opciones sería ejecutar la ya reformada Fase 4 del sistema EU ETS que se completó en abril de 2018 con el MSR (Market Stability Reserve) y el factor de reducción de asignación gratuita (de 1,7% a 2,2%). Pero esto no parece que daría apoyo a los nuevos objetivos 2030.

La Segunda opción podría ser la revisión del MSR en el 2021. Recordemos que se modificó antes de que comenzara a permitir que el MSR absorbiera los 900 millones de EUA que se habían retenido temporalmente del mercado en el episodio de «backloading» en 2014-2016. Como partes de las reformas se duplico del 12 al 24% para absorber más oferta excedente. Obviamente con el COVID-19 éste requerirá un refuerzo para extender esa tasa de extensión.

La tercera pasaría por actualizar los objetivos 2030 en junio 2021. Las declaraciones de Ursula Von Der Leyen fueron una propuesta y, para hacerla efectiva, tenemos que redefinir los objetivos. Entre esta revisión se habla de extender de manera significativa el sistema ETS a emisiones marítimas, transporte por carretera y edificación. ¡Toda una declaración de intenciones! La Comisión presentará propuestas legislativas para el objetivo de 2030 en junio de 2021. ¿Cuándo entrarían en vigor estos objetivos para 2030?

La cuarta opción sería el de legislar para la consecución del objetivo de emisiones cero para 2050 y el Green Deal, lo que implica remodelar toda la economía de la UE (como consumimos, viajamos, construimos, etc). Así mismo, solo para los objetivos 2050, podríamos asumir que un objetivo neto cero tendría un impacto significativo en el límite y probablemente requeriría la introducción de algún tipo de crédito de eliminación para las emisiones de CO2. No solo eso, sino que tendremos que buscar el siguiente nivel de reducción. Durante los últimos 15 años, el EU ETS ha trabajado casi exclusivamente para expulsar a los combustibles fósiles de la generación de energía. Todo ha sido sobre el sector energético, mientras que las emisiones industriales se han protegido mediante asignación gratuita, compensación indirecta, etc. La Comisión los elementos legislativos presentados para del Green Deal son muchos y bastante intimidantes. No cabe recordar que entre ahora y finales del próximo año deberíamos esperar una avalancha positiva de propuestas de Bruselas.

Sea como fuere, el sistema EU ETS será modificado y pondrá la señal de precio necesaria para la consecución de los objetivos ya existentes o los más ambiciosos ya anunciados.

Si se revisa la directiva sobre régimen de comercio de derechos de emisión, y se eliminaran derechos de las subastas, este efecto si debería suponer un incremento del precio de los EUA, pero no para el contrato dic 20 que es sobre el que actualmente está repercutiendo. Este incremento del precio supondría como hemos mencionado en otras ocasiones un cambio en el indicador coste variable de las centrales térmicas tradicionales en relación a los ciclos combinados, la consecuencia directa es, manteniendo el resto de variables constantes, un incremento del consumo del gas. Por tanto, el incremento de la demanda tendrá una consecuencia directa sobre el precio de los mercados gasistas europeos y encarecerá aún más el coste de producción de los ciclos combinados(por el incremento de precio del CO2 y del propio gas) teniendo por ende un efecto negativo sobre los precios de la electricidad puesto que el mercado continua siendo marginalita, con lo cual los precios del mercado spot los marca la última tecnología que casa en él, y este efecto se está recogiendo ya en los mercados europeos de futuros eléctricos.

A día de hoy los movimientos especulativos están incrementando la volatilidad en esta commodity que de por sí es muy sensible a variaciones en la oferta, por tanto, es posible que el coste de los derechos de emisión de diciembre 20 esté actualmente sobrevalorados.

Aun así, aún queda un largo camino por recorrer para fijar no tanto los objetivos como la hoja de ruta del 2030 y esto nos sigue planteando preguntas:

¿Cómo piensan adaptarse los países al nuevo objetivo?

¿Precisara la UE de incrementos de los fondos?

¿Cuáles serán las consecuencias finalmente en el mercado de derechos de emisión?

Marta Serrano | Energy Consultant

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